José y Sandra Montes son padre e hija, su familia, desde tres generaciones atrás padece de diabetes tipo dos, aunque reconocen que ha habido complicaciones y etapas en las que ha sido difícil mantenerse regulados en cuanto a sus niveles de glucosa, han aprendido hábitos alimenticios saludables para mantener su calidad de vida en el marco del Día Mundial de la Diabetes, conmemorado cada 14 de noviembre.
De acuerdo con el médico internista Manuel Bañales Ham, “la diabetes es una enfermedad crónica, que no se cura y que requiere tratamiento permanente y constante (…) si no se lleva un control, puede afectar desde los ojos hasta los pies; por la condición crónica de no curarse es lo que hace que la calidad de vida del paciente, si es que no la controla, se vea afectada o disminuida”.
En opinión del especialista en medicina interna, la gran cantidad de personas que desarrollan diabetes se debe al crecimiento poblacional y al estilo de vida que predomina en las ciudades: “las exigencias cambian, la gente no está comiendo bien, se está alimentando mal en calidad, no está haciendo ejercicio, es mucho el estilo de vida actual del mundo que vivimos”, señaló.
José, el padre de Sandra fue diagnosticado con diabetes hace más de 20 años y hace dos meses contrajo Covid-19, aunque estuvo muy grave e incluso fue internado en el hospital Covid de El Marqués, a sus 73 años, hoy se encuentra recuperado y ha retomado su medicación habitual.
“Los tíos de mi papá también fueron diabéticos, la enfermedad de ellos fue muy triste porque llegaron hasta a amputarles partes del cuerpo hasta que ya no soportaron y murieron”, relató Sandra, a ella le diagnosticaron la enfermedad hace 7 años, cuando falleció una de sus sobrinas: “quizá no tuve esa prevención a pesar de que yo sabía que él la tenía y que estábamos propensos”.
A partir de que le detectaron los niveles elevados de la glucosa en su sangre y luego de padecer una infección en una herida en la pierna, Sandra ha retomado la medicación y ha asistido a pláticas de orientación nutricional para conocer cantidades, preparaciones y tipos de alimentos para nivelarse, cuestión que lamenta no haber conocido con anterioridad, pues señala que el desconocimiento de este factor determinó que desarrollara la enfermedad.
“Cuando te dicen que tienes una enfermedad crónica y degenerativa fue casi como si me hubieran dicho que tenía cáncer, el golpe moral que te da sí es muy difícil de asimilar”, no obstante, reconoció que con el conocimiento que cuenta ahora y la orientación que ha recibido por parte de médicos y nutriólogas, cuenta con las herramientas necesarias para llevar mejor su control e incluso trata de compartir hábitos más sanos con sus nietas.
“Lamento mucho que antes no sabía de mucha información que ahora tengo, no la sabía tampoco como madre; ahorita lo quiero poner en práctica como abuela, vienen las otras generaciones y ahí están mis nietas y mi nieto, al menos en mi casa, cuando vienen, en lugar de un dulce, una fruta y en lugar de un refresco, agua”, sostuvo Sandra.
A pesar de que existen factores genéticos que pueden influir en el desarrollo del padecimiento, se trata de una combinación de factores, puesto que, de acuerdo con Bañales Ham “la diabetes es una condición compleja en la que se deben de reunir varios factores para que se presente, la propensión familiar y el sobrepeso juegan un papel importante”.
No obstante, a pesar de que sí haya cierto porcentaje de padecer diabetes por genes heredados, se puede prevenir o controlar una vez que se diagnostica, si se lleva un estilo de vida saludable. La alimentación es un factor decisivo, pues el balance en el consumo de azúcares, grasas y proteínas para mantener un peso ideal determinan un buen funcionamiento del cuerpo.
El ejercicio es otro de los elementos indispensables para mantener una salud óptima, de acuerdo con Bañales Ham, “no se requiere tanto, basta con 150 minutos de caminar a paso rápido a la semana, peso ideal, comiendo bien, haciendo ejercicio, con eso es suficiente”.
El especialista recomendó “tomar con toda seriedad la enfermedad (…) es necesario buscar una atención médica adecuada que tenga conocimientos en diabetes que pueda llevar el caso”.