Jesús Valdés Hernández, estudiante del Doctorado en Ingeniería de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), desarrolla uno de los proyectos pioneros en el país para convertir contaminantes del aire en combustible.
A pesar de que existen varias iniciativas que trabajan por el mismo objetivo, la propuesta de Valdés Hernández es innovadora en México, pues los grupos de investigación que se dedican a la reconversión del dióxido de carbono (CO2), son pocos.
“Pensamos que las energías renovables se limitan a las eólicas o solares, pero seguimos dependiendo de los combustibles fósiles y eso no va a cambiar, al menos en 50 años. Por ello, se necesita una solución rápida y alternativas a corto plazo”, señaló el estudiante.
El proyecto cuenta con la asesoría de María de los Ángeles Cuán Hernández, y consiste en un sistema conformado por un reactor sellado al que se ingresa el CO2 y en el que se encuentra el fotocatalizador que, al ser activado con luz, promueve la generación de moléculas más grandes; el reactor posee una ventana de cuarzo, la cual permite la entrada de luz solar.
Valdés Hernández explicó que la mayoría de los gases que provocan el efecto invernadero están compuestos de moléculas orgánicas, como el metano y el dióxido de carbono, el que más se desprende a la atmósfera.
“Lo que intentamos resolver con el proyecto es que el CO2 ya no sea considerado un desecho, sino que funcione como materia prima para generar productos químicos con un mayor valor agregado y, de esa manera, disminuir la cantidad de este gas que se desprende como parte de la actividad humana”, explicó.
De acuerdo con el universitario, la luz del sol es la fuente de energía principal de los materiales que se están desarrollando estos serán capaces de producir moléculas de metano, metanol o incluso más grandes (como la gasolina). La quema de estos combustibles producirá CO2, el cual puede ser reutilizado para generar más combustible, por lo que se estaría hablando de un modelo de economía circular.