El movimiento de Facultades Unidas de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) señaló que, sin la renuncia que han solicitado de 4 administrativos y docentes de la institución, no comenzarán las mesas de diálogo y trabajo para atender las demandas sobre la violencia de género al interior.
La solicitud de las renuncias de Gonzalo Martínez, Juan Joel Mosqueda Gualito, el contralor José Alejandro Ramírez Resendiz y coordinador de la escuela de Bachilleres del plantel Concá, Fernando Rocha Mier, expresaron, se debe a acusaciones relacionadas con violencia de género, aunque afirmaron que no compartirían detalles que pudieran revictimizar a las personas involucradas.
De acuerdo con integrantes del movimiento estudiantil, el comienzo de las mesas de diálogo está condicionado a la renuncia de cuatro personas docentes y administrativas, puesto que existe la necesidad de contar con una garantía de la disposición de las autoridades para con el movimiento estudiantil.
.JPG "TERESA GARCIA GASCA_RECTORA UAQ_MC (15).JPG")
Además, presentaron el pliego petitorio en el que han trabajado ante medios de comunicación y refirieron que la solicitud de renuncia de cuatro personas docentes y administrativas se debe a la necesidad de contar con una garantía de la disposición de las autoridades para con el movimiento estudiantil.
Señalaron que las mesas de diálogo continuarían hasta que las autoridades universitarias les proporcionen una evidencia del compromiso a través de la presentación de estas renuncias.
Estudiantes llamaron a la comunidad universitaria a integrarse a las actividades que durante el paro se llevan a cabo en las instalaciones. Además, solicitaron un voto de confianza respecto a la organización estudiantil, ante la que no han permitido injerencias políticas, a pesar de que reconocieron que diversos partidos políticos han buscado inmiscuirse.
Por primera ocasión, las voceras de Facultades Unidas e integrantes del movimiento estudiantil se mostaron con el rostro descubierto. Declararon que esta decisión se tomó para procurar protección de quienes se encuentran participando en el paro y la toma de las instalaciones.
