En Querétaro es necesario poner sobre la mesa el tema de la violencia de carácter sexual vía internet, en una entidad que, de enero a julio de 2022, se encontró entre las 10 entidades con mayores reportes de acoso con 230 casos, por lo que es importante concientizar a la ciudadanía sobre los mecanismos legales como la Ley Olimpia.
Laura Santos, directora de Investigación y Litigio en el Colectivo de Litigio Estratégico e Investigación en Derechos Humanos (CLEIDH), recordó las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, que señaló como preocupantes, principalmente de la violencia digital.
"Es necesario ubicar la ciberviolencia. El protocolo para juzgar con perspectiva de género propone un marco conceptual que nos ayuda a entender que hay formas y tipos de violencia, y dentro de estos está la sexual, que se puede presentar desde una violación hasta la vulneración de la intimidad personal, y ahí está la ciberviolencia".
Indicó que la violencia dentro del ámbito digital corresponde a la compartición de contenido íntimo, fotografías y videos, sin el consentimiento de la persona implicada; un asunto que se ha regido en los últimos años en cuyo contexto surge la llamada Ley Olimpia.
"Va desde tomar fotos, grabar videos y compartir sin consentimiento de una persona y ponerlo a circulación por redes sociales o aplicaciones de mensajería. Esto redunda en sexualizar a las personas, vulnerar su consentimiento y es algo grave, porque nos recuerda que conforme avanza la sociedad y los avances tecnológicos hay nuevos medios para ejercer violencia".
Refirió que la existencia de acoso en el estado se tiene que comenzar a socializar sobre aspectos como la violencia y el consentimiento, plantear maneras de que esta información pueda ser accesible para identificar elementos de riesgo, de seguridad y que esto genere conciencia entre la población.
"El criterio jurisprudencial de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha establecido que un acto consentido es aquel respecto al cual no puede admitirse duda o equivocación sobre si se consintió o no, y tácitamente dice de actitudes que lo presuponen, como una persona bajo influjos de alcohol o sustancias que alteren su estado de seguridad no puede emitir un consentimiento".
Finalmente, indicó que las consecuencias emocionales de la persona afectada implican ideación suicida o el mismo acto, así como depresión y ansiedad, además de una repercusión pública importante en su vida, por lo que Laura Santos hizo un llamado a las autoridades a retomar este tema.