Lo que se observa en el estado de Querétaro es que hay mucho discurso político y muy pocos recursos para las instancias de atención a mujeres y de diseño de políticas públicas que permitan no solo atender a las víctimas, sino prevenir las diversas violencias de género en el estado; así lo dio a conocer Carmen Consolación González Loyola, abogada e integrante de Red de Mujeres Feministas de Querétaro.
"Los esfuerzos realizados no son suficientes y no se trata de descalificar el trabajo de las compañeras de instancias como el Instituto Queretano de la Mujer (IQM), entre otras, que atienden de manera cotidiana a mujeres víctimas y hacen un enorme esfuerzo, sino que se le imprimen pocos recursos al respecto, y son estas instituciones donde la mayoría de las mujeres se acercan".
Añadió que falta fortalecer el ámbito institucional mediante esta medida, pues los aumentos y la incidencia de violencia en el estado es un asunto que poco se ha valorado en el ámbito público, teniendo estadísticas que indican lo contrario, y que no se han tomado las medidas necesarias para su prevención.
"Los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) deben plantear a las autoridades responsables sobre la prevención de la violencia y replantear las políticas públicas, porque es evidente que no les están dando resultados de disminución de violencia, sino que han ido en incremento".
Y es que Querétaro ocupó el primer lugar nacional en prevalencia total de violencia contra las mujeres de 15 años y más en los últimos 12 meses en la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021, donde la entidad obtuvo un 49.8%, con una media nacional de 42.8%.
Asimismo, refirió que ante estos datos la Fiscalía General del Estado debe asumir su responsabilidad constitucional de diseñar e implementar políticas públicas, y de atender a las víctimas junto con la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas; estos últimos de quienes dijo han relegado responsabilidades.
"El resultado es que están saturadas atendiendo mujeres víctimas en lugar de diseñar políticas de prevención. Lo que nosotras vemos es que hay mucho discurso político y muy pocos recursos, sobre todo en las instancias señaladas, además de que no se ha trabajado el tema de la igualdad. Si las mujeres no tienen condiciones para una vida autónoma es lógico que se vean envueltas en relaciones asimétricas".
Refirió que el trabajo con las mujeres es un camino de muchas vertientes entre las que se incluye el aspecto laboral, una lucha necesaria para evitar la dependencia económica y garantizar un trabajo digno, con salarios competitivos y los derechos labores que por ley corresponden, lo que permitirá que existan menos casos de violencia, en una labor integral que requiere de la participación social y de las autoridades.