Agradecer a las madres por toda la labor que realizan debe ser lo importante para el 10 de mayo, declaró el obispo de Querétaro, Faustino Armendáriz Jiménez, quien manifestó que hacerlas sentir queridas debe ser más importante que cualquier regalo.
Al ser interrogado respecto a que el Día de las Madres es el festejo más importante para los mexicanos, pese a que la violencia contra la mujer es un factor que persiste, reconoció que debe existir un cese a la violencia.
“Siempre lamentamos cualquier atentado a la vida humana a la mujer, a todos aquellos que sufren en este momento por la inseguridad y la violencia, pero recordemos que la vida continúa. Tenemos que detenernos en algún momento para exigir seguridad para la mujer, pero al mismo tiempo, tenemos que celebrar. El pueblo de México es un pueblo muy celebrativo y un pueblo siempre en fiesta, y una de las grandes fiestas es el día de las mamás”.
Expresó que lo que más importa a la mayoría de las madres es tener a sus hijos físicamente y celebrar en su compañía, lo que le gana a cualquier regalo.
En este orden de ideas, sostuvo que gastar por gastar no es el objetivo del festejo, y sí, el de celebrar en felicidad.
Manifestó que en caso de que se ofrezcan regalos, se debería priorizar detalles que demuestren el cariño que se les tiene a las madres, en vez de entregar utensilios como platos o escobas.
Reconoció a las progenitoras como un “bastión” importante para la vida en familia, y por inculcar la religión católica en el seno familiar. En este punto también oró a favor de la vida desde su concepción.
Por último, resaltó que al ser el diez de mayo día laboral, es que la misa por el Día de las Madres se realizará el domingo 13, en catedral.