Con el nombramiento de Carlos Aguiar Retes como Arzobispo Primado de México, quedará una sede vacante que tendrá que ser cubierta por alguno de los obispos mexicanos, afirmó el vocero de la Diócesis de Querétaro, Martín Lara Becerril, quien dijo que no se descarta la posibilidad de que Faustino Armendáriz Jiménez pueda ser llamado a cubrir el cargo, sin embargo, esta es una decisión del Vaticano.
Explicó que con la designación de Aguiar Retes, la Arquidiócesis de Tlalnepantla quedará sin cabeza, por lo que será el papa Francisco quien deberá nombrar un sucesor, sin embargo, no existe plazo para que se lleve a cabo.
“Son decisiones que le corresponden al Vaticano, nosotros no podemos decir nada porque no tenemos seguridad en lo absoluto, todos los obispos de México son candaditos a ser removidos pero esta es una decisión que corresponde al Papa porque es él quien nombra a los obispos”, afirmó Lara Becerril.
Dijo que al tratarse de un cambio por motivo de la edad de Norberto Rivera, resultan ser cambios planeados que no desestabilizan a la Iglesia católica, toda vez que son ajustes mínimos que no afectarán el camino pastoral que han mantenido desde hace muchos años.
“Como fue un cambio por motivo de la edad de Norberto Rivera, son cambios planeados y se ejecutará en el momento en que sea necesario hacerlo, de cualquier manera la estabilidad de la Iglesia continua y son los cambios necesarios que implica una renovación dentro de la Iglesia y va consagrando una cosa muy importante que para nosotros lo es, asegurar la asociación apostólica, es decir, que cada obispo va sucediendo a otro y va continuando la unión con los apóstoles de Jesús”, agregó.
Enfatizó que el cambio de dirigencia de una zona en particular no implica un cambio de dirección de la Iglesia mexicana, ya que este tipo de cuestiones sólo descansan en el seno de la asamblea del episcopado mexicano, que reúne a todos los obispos del país.