Mi niño iba a la tienda a comprar su refresco y cuando yo salíya estaba tirado en la puerta de la tienda todo sangrado y yo nopodía ir porque venían los disparos de la vía, relató SoniaLeón Pérez, habitante de Santa María Magdalena y una de lasagredidas el pasado 27 de junio de 2015 por elementos de seguridadde la empresa Ferromex.
El saldo de la agresión fue de 10 personas lesionadas, peromás de un año después una mujer falleció el pasado sábado acausa de esas lesiones.
En rueda de prensa, Rogelio Estrada, abogado de los habitantesafectados, mencionó que interpusieron una queja ante la ComisiónNacional de los Derechos Humanos y están abiertas dosaveriguaciones previas por homicidio calificado en contra de losguardias que contrató Ferromex para resguardo de su carga.
Precisó que pese a la situación que vive Sonia León, cuyohijo de 16 años tiene una bala alojada en la cabeza, la empresa nose ha hecho responsable e incluso han evadido las propuestas queellos mismos han dado.
“De alguna forma nos hizo creer que los iban a apoyareconómicamente, nosotros vamos a demandar en la vía de un dañomoral que ha acusado a un año dos meses. Debe responder en formade una responsabilidad objetiva y no pudimos lograr un acuerdo conellos porque no hubo voluntad, esto es porque ofreció aportar unacantidad para ponerle a Lupita una malla que costaba 200 mil pesosy se le puso una de 60 mil pesos y eso provocó que no la aceptaray se puso de gravedad y falleció”, refirió el abogado.
Señaló que el caso sigue en manos de la fiscalía y seránellos los que determinen la gravedad de los hechos, sin embargo,buscarán la reparación del daño en diferentes instancias, por loque podrían ir a la Corte Interamericana de los Derechos Humanosde ser necesario.
“Desde el momento en que mi esposa fue herida de bala, decidíque esto no se quedara impune, nunca pedí dinero, lo que quiero esjusticia, que sea sancionada la empresa porque esto no puede quedarimpune, sólo nos han dicho mentiras de que nos van a apoyar”,agregó Arturo de León.
La vida de las once personas afectadas cambió desde hace másde un año. Al hijo de Sonia León le dan convulsiones cada 15días a causa de la bala que tiene alojada en la cabeza, sólo escontrolado mediante medicamentos que son muy costosos y que ya nopuede solventar su madre.
“Ahorita no sé qué hacer, somos pobres, no sé qué hacercon mi niño, pido justicia para que me apoyen, porque no quieroque mi niño le pase lo mismo que a la esposa de Arturo”, agregóSonia.
Las indagatorias respecto al caso continúan, sin embargo, lasituación en Santa María Magdalena sigue siendo lo mismo:tiroteos y saqueos siguen dándose sin el resguardo de lasautoridades.
“Sigue lo mismo, ha habido tiroteos, saqueos, el sábadoestábamos velando a mi esposa y tenían un relajo similar, puedepasarle a más gente”, concluyó Arturo de León.