El obispo de la Diócesis de Querétaro, Fidencio López Plaza, presidió la Solemne celebración Eucarística durante la Fiesta Grande de Soriano, en el municipio de Colón, en la que hizo un llamado a la paz y la fraternidad, medidas necesarias ante un contexto de violencia en el país.
“A los peregrinos regresamos fortalecidos, reconociendo que el comportamiento violento no es innato de las personas, sino que se adquiere y desarrolla. Por eso regresemos. Necesitamos tener ideas y pensamiento pacíficos y amorosos, por eso hay que educar la cabeza, pero no basta con ello solo pacificar el mundo, hay que educar el corazón para que sea misericordioso”.
Durante la homilía, López Plaza pidió por los migrantes, las madres buscadoras, los periodistas y los jóvenes, grupos vulnerados por la diversidad de violencias que se viven en México. Asimismo, hizo un llamado a la población a unirse en plegaria con la Virgen de los Dolores, a quien, dijo, hay que agradecer la fortaleza que brinda.
“Por eso, querida madre, y por eso aquí, queridas hermanas y hermanos peregrinos, ante la mirada de nuestra madre de los Dolores nos sentimos plenos, que solo con Jesús y María la paz, la justicia y el amor están en casa y les exhorto a regresar a nuestras familias y parroquias concebidos de que esto es artesanal, exige la promoción de la cultura del encuentro, que se adquiere de un proceso educativo y del ejercicio de la justicia”.
Además, López Plaza destacó la relevancia de la Virgen de los Dolores para la comunidad católica, especialmente en Querétaro, subrayando sus virtudes, bondades y enseñanzas, las cuales son objeto de devoción para muchas personas.
"Cada quien trae en su corazón sus propios dolores, cada quien trae en su corazón sus quejas y sus necesidades. Cada quien trae su gratitud, sus alegrías y sueños. Por eso, lo que más llena nuestro corazón, es dejarnos mirar por la Virgen de los Dolores y mirarla. Y como nuestras parábolas no alcanzan a decirlo todo, le cantamos una y otra vez".
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La misa inició en punto de las 12 de la tarde ante cientos de personas, a un costado de la Basílica de la Virgen de los Dolores, cuya efigie hizo acto de presencia y un recorrido para su adoración entre los peregrinos y visitantes, en la festividad más importante dentro de la Diócesis de Querétaro a nivel local.
"Madre de los Dolores, necesitamos que nos limpies nuestros ojos con ese pañuelo que llevas en tus manos. Necesitamos mirar más lejos, aprender a mirar la imagen de Dios en cada uno de nuestros hermanos y hermanas, y servilo con enteraza, como tú lo hiciste. Madre de los Dolores, necesitamos de tu mirada de madre, de esa mirada tierna y compasiva".