La adopción en Querétaro es un tema que se intenta fomentar desde diversas asociaciones y personas adoptantes como parte de una concienciación en torno al maltrato y abandono animal.
Actualmente, México ocupa el primer lugar a nivel mundial en población de perros callejeros, un tema puntual que se ha buscado erradicar con campañas de esterilización y de cuidado animal, entre otros, para subsanar esta problemática de consideración.
Grupos de rescate han sido parte fundamental de este ejercicio, que pocas veces es apoyado y que, más bien, han buscado sus propios mecanismos para obtener recursos y sostener los gastos que implica la protección y rehabilitación de un animal.
ADOPTANTES, LO QUE SE REQUIERE
Adoptar es una responsabilidad en todo el sentido, señaló María José Vázquez, quien adoptó a una cachorra: "Luana es una perrita que desde muy bebé vivía en la esquina de una tienda. Una chica la vio ahí y se la llevó a su casa. Ya después la vimos en un grupo y fuimos por ella. Estaba muy enferma, yo pensé que se nos iba a morir, pero ahora está súper feliz y yo con ella. La amo", señaló.
La problemática se extiende ya que las personas en general no suelen adoptar perros o gatos que no sean "de raza", lo que ocasiona que incluso con el fomento de la adopción, existan estos sesgos respecto a la mascota que se desea tener.
Para Aurora Ortiz esto no ha sido un problema: "La gente suele ser muy cruel. No quieren a los cachorros que son mestizos. A mí no me interesó y ahora convivo con Max, que considero mi mejor amigo. Nadie lo quería por ser una cruza de Pastor Alemán con, me imagino, otro mestizo en la calle y simplemente lo tenían en una caja afuera de una casa y me llevé", sostuvo.
En tanto, Karla González Lara señaló que el abandono es muy común, pues así conoció a "Cami", otra mestiza cuya dueña "la sacó a la calle sin alimento y con pésimas condiciones de salud", algo que rememora con cierto rencor, pues esta persona es su vecina, a quien ve a diario:
"Mi mamá fue la que me dijo que esta vecina la había dejado en la calle y en seguida la adopté. Es súper horrible la gente. No tienen idea del daño que hacen y ni siquiera les interesa. Eso es lo que más coraje me da, que no tienen ni remordimiento", agregó.
"LO MEJOR DECISION QUE HE TOMADO"
Las experiencias de quienes han adoptado alguna mascota la resume Dafne González, quien señaló que "adoptar a Garra Negra es la mejor decisión que he tomado", pues su gato, que acogió hace un año, "estaba solo, delgado y tenía el ojo dañado. Lo cuidé mucho y ahora no se despega de mí. No sé qué haría sin él".
Juan Ortiz añadió que adoptar "a Beirut me cambió la vida, deja un cálido abrazo en el corazón. No puedo vivir sin mi gatito. No pensé que fuera a quererlo de esa manera. Solo llegó un día, pequeñito, y jamás lo solté. Me gusta ver cómo duerme tranquilo y no en el frío, sin comer".
En la mayoría de los casos, adoptar significa darle una segunda oportunidad a un animal que ha sufrido un proceso de abandono y, en ocasiones, de maltrato. Acogerlo de por vida y darle el cariño y los cuidados requeridos ayudará a que miles de vidas sean rescatadas, incluso las de las personas que deciden adoptar.