Los “viene-viene” de los centros comerciales de la ciudadganan, en promedio, 700 pesos por día al trabajar como franeleros,contra los poco más 370 pesos diarios que gana un obreroqueretano, de acuerdo con un sondeo que realizó la Confederaciónde Trabajadores de México (CTM) a finales de julio.
Mientras una trabajadora doméstica gana 300 pesos por un díade trabajo y los obreros más de 300 pesos por una jornada diaria,el “viene-viene” gana 700 pesos al día sin un horario fijo ymuchos de ellos “andan incluso uniformados”, según demostróel sondeo cetemista.
Muchos de esos franeleros provienen de Veracruz, Chiapas, Estadode México, Michoacán y Guanajuato, entre otros estados y algunosde ellos confesaron que “están a la espera de algúnasentamiento irregular” para quedarse a vivir.
El diputado local Jesús Llamas Contreras dio a conocer losresultados del sondeo y detalló que se realizó porque hayfábricas con cientos de puestos de trabajo que no se ocupan, perolos franeleros afirman que ganan más en la calle que en lasempresas y no quieren ir a pedir trabajo a sitios donde el salariopromedio se ubica desde 290 hasta 370 sin contar las prestaciones,cuando en la calle ganan 700 pesos por día.
“Hicimos el sondeo en los lugares más concurridos, lamayoría plazas comerciales, uno que otro restaurante que tieneéxito, en los cruceros no. El viene-viene se anda llevando unpromedio de 700 pesos al día. Los vemos uniformados y andan muypropios. No preguntamos cuánto tiempo trabajan al día, sóloqueríamos saber cuánto perciben porque en las fábricas haycientos de lonas donde están solicitando y les preguntamos porqué no entran a las fábricas, pero dicen: no nos gusta estarencerrados y gano más acá que en la fábrica”, explicó ellegislador.
Aunque el salario es menor en las fábricas, subrayó que los720 contratos colectivos de trabajo en manos de la CTM demuestranque hay diversas prestaciones como el seguro social, hasta el fondode ahorro y los vales de despensa, entre otros apoyos, que mejoranel ingreso a los trabajadores y dan mayor certidumbre a largoplazo.
Sin embargo, la atracción del ingreso en la calle es mayor, algrado de que “hay el caso de una señora que se lleva a su hijapara que colabore al ingreso familiar” y ambas trabajan como“viene-viene”.
“La mayoría no son queretanos. Vienen de Veracruz, deChiapas, de Michoacán, de Guanajuato, del Estado de México. Lamayoría viene a tratar de asentar a su familia en Querétaro, noescuchamos una respuesta en el sentido de: venimos a hacerronchita, un capitalito y luego nos vamos. Nos llena de terrorporque hay personas viene-viene, vendedores de chicles, mazapanes,cacahuatitos, de churros, que dicen que vienen de otros lados, querentan un cuartito y dos contestaron: estamos esperando que sedesarrolle algún asentamiento irregular para ir con ellos, nomencionaron quién es su dirigente o por qué tienen esa idea,cuando en Querétaro está penado”, advirtió.
Jesús Llamas insistió que el sondeo se realizó para entenderlos motivos que dejan a las empresas sin mano de obra, a pesar deque muchas veces se ofrecen prestaciones superiores a las de laley.