La sierra queretana presenta temperaturas de hasta menos cinco grados centígrados y las heladas ya causan estragos en los cultivos, además que existen afectaciones en la ganadería de esa zona, por lo que algunos productores ya piensan en vender su ganado, informó la diputada local Atalí Rangel Ortiz.
En días pasados las temperaturas llegaron en San Joaquín a cinco grados bajo cero, en Pinal de Amoles a dos grados bajo cero y en Jalpan de Serra a cinco grados, todo muy por debajo de lo que se acostumbra en esa región y hay varias cosechas afectadas, así como implicaciones para la ganadería.
Recordó que actualmente se hace un censo de los productores afectados que perdieron cosechas como calabazas y maíz, con el fin de determinar el monto del daño y activar el pago de los seguros, así como los programas de apoyo para los productores, porque hay pasto “quemado” y no se tendrán alimentos para el ganado.
“En la zona ganadera de Valle Verde se acercaron los ganaderos el domingo pasado porque les dicen que vendan el ganado, que se queden solamente con la mitad porque la sequía estará muy fuerte porque el pasto está muy seco”, denunció la legisladora.
Rangel Ortiz adelantó que hasta ahora se sabe de daños para los productores de calabazas, de aguacate, de mango, de plátano y puede preverse la implicación que tiene el pasto quemado para el ganado.
Esa situación obligará a los ganaderos de la sierra a depender de la compra de paca, que se vende entre 20 y 50 pesos más cara que en el resto del estado, por la zona en la que se ubican los serranos.
“Si las heladas nos queman el pasto, hay que adelantar días muy críticos para nuestros ganaderos”, declaró la diputada del Partido Acción Nacional (PAN), quien urgió a la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (SEDEA) a terminar el censo sobre las afectaciones.
Los primeros daños se presentaron en diciembre pasado cuando los productores de calabaza denunciaron que el frío afectó los cultivos y se tenía una pérdida total de la cosecha.
En aquel momento se inició un censo para conocer el monto de la cosecha que se perdió y determinar cuáles eran las posibilidades de ayuda para los productores, aunque se mantiene ese análisis.
“Tanto para los calabaceros, porque es la única zona de riego y de hortalizas, como para los mangos y productores de aguacate, es un trabajo del ejecutivo y estaremos dando mucha lata porque preocupa en los recorridos”, abundó la diputada local.