Hace un par de días finalizó uno de los procesos electorales más competidos en la historia del Municipio de Querétaro, pero que quede claro, de igual forma fue uno de los procesos más limpios y transparentes que hemos tenido, una vez más la sociedad queretana dio muestra de cómo se puede ejercer su voluntad democrática de manera libre, pacifica y civilizada.
Los queretanos decidieron en su mayoría dar a Luis Bernardo Nava la facultad de conducir los destinos de una de las ciudades más importantes de nuestro país como lo es Querétaro, pero de igual forma, dejaron en claro la pluralidad y las diversas posturas que hoy conviven y se contrastan todos los días en la vida pública de nuestra sociedad.
Tras la resolución de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación confirmando el triunfo del panista Luis Bernardo Nava, el nuevo Presidente Municipal llega con la legitimidad de la voluntad ciudadana expresada en las urnas y la también legitimidad jurídica ratificada por la máxima autoridad judicial electoral, lo cual deja en manifiesto la fortaleza de todo el proceso electoral en Querétaro donde se garantizó el máximo respeto a la participación democrática de los queretanos el día de la elección, y la certeza plena de los resultados de dicha jornada.
Los queretanos y las instituciones demostraron que no importa el margen de los votos obtenidos entre contendientes, siempre será la voluntad de la mayoría la que prevalezca como máximo espíritu de nuestro sistema democrático.
Es por eso que desde aquí quiero externar una enorme felicitación a las y los cientos de ciudadanos que participaron en la organización y supervisión de la jornada electoral, ya que tal como lo confirmaron los tribunales electorales no existieron irregularidades ni anomalías durante este proceso, dejando en claro la enorme convicción de respeto democrático de la sociedad queretana.
Es necesario hacer un llamado a todos aquellos ex candidatos que no resultaron favorecidos con el respaldo de la ciudadanía durante la jornada electoral a respetar los resultados, específicamente en la elección del Municipio de Querétaro, un exhorto a no engañar, manipular o desinformar para justificar su derrota, y un llamado más enérgico aún a no pretender generar climas de hostilidad y crispación entre la ciudadanía con posturas demagógicas y egoístas que tienen como única finalidad ver por sus intereses personales y políticos.
Las y los mexicanos mandaron un mensaje contundente en el proceso electoral pasado, nos exigen a todos estar a la altura de una nueva época en la vida democrática de nuestro país, es misión de todos cumplir con ese llamado, es necesario luchar por la madurez política, es tiempo de que los máximos valores de la competencia democrática sean la constante del actuar de todos los actores políticos, lo cual siempre implicara generosidad y nobleza tanto de ganadores como de perdedores.
Sin regateos podemos decir que en Querétaro el primero de julio pasado ganó la democracia, ganó la voluntad ciudadana y con ello ganó la fortaleza de una sociedad que es ejemplo de civilidad a nivel nacional.
¡Que viva la democracia y la libertad! ¡Que viva Querétaro!
