México se encuentra en un contexto social difícil, por lo quelas autoridades deben hacer sentir segura a la población, peroésta tampoco puede tratar de hacerse justicia por su propia mano,alertó el obispo de Querétaro, Faustino Armendáriz Jiménez.
Indicó que existen situaciones muy graves, como las ocurridasen Veracruz, a las que se suman los hechos de Guerrero, Guanajuatoy Estado de México; todo en conjunto, analizó, seguramentepreocupa a las autoridades, quienes tienen la gran encomienda decustodiar a la población, así como lo que sucede enQuerétaro.
Analizó que resulta necesario pedir porque el pueblo se sientaseguro, para lo cual es necesario tener presencia policiaca entodas partes, sí en el Centro Histórico, pero también en lascomunidades y municipios, pues debe sentir que la policía vigilapor el bien de la sociedad.
Respecto a la necesidad de que la Gendarmería se haga presenteen las calles, argumentó que existen áreas pertinentes degobierno que saben determinar cuando la medida resulta o nonecesaria.
Consideró que la denuncia ciudadana es importante, perotambién lo es que la respuesta de las autoridades sea la adecuada,ocurra dentro del respeto a los Derechos Humanos.
Estimó que la población puede abonar a la paz, esto alfomentar un lenguaje de paz tanto en las escuelas, como al interiorde las familias, y que éstas, a su vez, deben recibir unaverdadera atención institucional, particularmente losjóvenes.
NO AL PÁNICO
Bajo pregunta expresa, también lamentó lo ocurrido en ElMirador, cuando un habitante del fraccionamiento murió luego deque, presuntamente, vecinos y vigilantes lo amagaron al confundirlocon un ladrón.
“Hay que exhortar a que no es el camino, creo que es lo mejorque podemos hacer y esperemos que sea un hecho que aisladamente sehaya dado, de tomar justicia por su propia mano y espero que nohaya sido la intención”.
LÁGRIMAS POR EL HORROR DE LA VIOLENCIA
Dentro de la ceremonia eucarística lamentó los hechos deviolencia registrados en la nación, que provocan miedo entre losciudadanos.
“En muchas situaciones de inseguridad y de violencia denuestro país vemos en nuestra región correr las lágrimas por elhorror que esta violencia genera, especialmente a través delsecuestro por la impotencia de la impunidad”.
Advirtió que existe una forma de miedo más profunda, del tipoexistencial, que “nace de un sentido de vacío asociado a ciertacultura, impregnado de un nihilismo teórico-prácticogeneralizado”
Urgió tener en cuenta que quien tiene miedo de “Jesús” notendrá tribulación alguna, pues es Él quien consuela, da ánimosy garantiza la seguridad, lo que no exonera de su labor a lagrey.
Por último, subrayó sólo Él es dueño de la vida y de lamuerte, por lo que quien está con Él, obtiene la seguridad de unniño con su madre.