El candidato al Senado de la República por la coalición “Juntos haremos historia”, Gilberto Herrera Ruiz, aseguró que el fuero para los funcionarios no es necesario y se debe partir de la revocación de mandato y la penalización de la demagogia para garantizar que se cumplan las promesas que los políticos hacen a la ciudadanía.
En entrevista, indicó que lo que más lastima a la población es que durante los actos de campaña los políticos prometan muchos cambios que al llegar al poder no se concretan, es por ello que una manera de castigarlo es a través de una evaluación.
“El fuero no creo que sea necesario, y no solo el fuero, la revocación de mandato, la penalización de la demagogia, hay muchos temas más allá del fuero, yo creo que es importante, sobre todo porque lo que más lastima a los queretanos es que todos los políticos vengan a prometer y no pase nada eso es lo más importante que se debe penalizar más la demagogia de nuestros políticos”, afirmó el ex rector de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).
El candidato al Senado de la República, por la coalición integrada por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Partido del Trabajo (PT) y Partido Encuentro Social (PES), puso como ejemplo a la Universidad Autónoma de Querétaro, donde desde hace seis años se evalúa a los rectores a mitad de su periodo, para comprobar si cumplió con al menos el 50% de sus propuestas de campaña.
Explicó que en la UAQ, todas las presentaciones de los candidatos se graban con la finalidad de observar los compromisos, los cuales son revisados a año y medio de la gestión, a través de recorridos que se hacen en los espacios universitarios.
“Al año y medio se tienen que recorrer todos los espacios universitarios para mostrar que se ha cumplido con al menos el 50% de sus promesas, si no las cumplen ya no continúan y llaman a un nuevo proceso de elección, ese es un ejemplo que ha funcionado en los últimos seis años”, agregó Herrera Ruiz.
En este sentido, consideró acertada la propuesta hecha por Andrés Manuel López Obrador, en el sentido de que para que se aplique este mismo esquema en la figura presidencial cada dos años.