Se estima que en Querétaro ya se ha perdido hasta el 90% de la población de las abejas que existían en la entidad, de acuerdo con el presidente de la Asociación de Apicultores del estado, Guillermo Rosales.
La falta de presencia de abejas es mucho menos notoria en la ciudad, que es precisamente el sitio que se ha vuelto más hostil para la supervivencia de estos animales, cruciales para mantener el equilibrio medioambiental y continuar con las funciones vitales que producen alimentos incluso para consumo humano, de acuerdo con el presidente de la Asociación de Apicultores del estado, Guillermo Rosales.
“No se refleja mucho en los inventarios de los apicultores, porque cuando damos de alta un número de abejas, tenemos el compromiso de mantenerlas, entonces lo que hacemos es ya sea comprar núcleos o hacer divisiones y de esta manera mantenemos nuestro inventario en el estado, pero eso no quiere decir que se están ganando”.
Para la población en general es complicado concebir la gravedad de la situación, puesto que en la vida cotidiana de las ciudades no se puede observar de manera evidente el papel de estos pequeños insectos en los ciclos naturales, como la polinización.
Además de los efectos conocidos del cambio climático, hay otras cuestiones de desequilibrio que se generan tanto por falta de abejas como de flores y de lluvia, estos aspectos, de acuerdo con Rosales, están directamente relacionados y en el campo es mucho más visible.
El presidente de la Asociación de Apicultores refirió que también la falta de conocimiento sobre el manejo de la presencia de los insectos en los ambientes urbanos dificulta su subsistencia, por lo que señaló que la educación y la toma de consciencia son indispensables para su preservación.
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El especialista detalló que existen protocolos estipulados para reubicar colonias y valorar los riesgos que su presencia implica; todas las evaluaciones y los protocolos de reubicación se llevan a cabo en coordinación con las autoridades de protección civil del estado y de los municipios.