José López González desde los cuatro años inició su peregrinar hacia la Basílica de Guadalupe, y compartió que la razón por la que lo hace fue porque su padre desde pequeño lo llevaba en hombros y de la mano, y al morir le dijo que siguiera con esa costumbre, y que tuviera devoción en la virgen, ya que ella siempre les cumplía favores.
En esta ocasión está cumpliendo 67 años de peregrino, y con su vista cansada y los ojos llenos de llanto, su rostro se le iluminó al llegar la Parroquia de San Juan del Río, ya que, dice, es una de las más bellas que ve, por eso le reza mucho a San Juan Bautista.
“Yo soy de Carrillo, Querétaro, apenas empecé a caminar hoy, me acompaña un hijo porque yo ya me canso mucho y no veo bien, más que con un ojo. Mi papá de niño me traía y cada año me emocionó mucho porque me acuerdo de nuestras pláticas”, suspiró.
Declaró que uno de sus principales deseos es llegar legar a cumplir 70 años como peregrino, e invitar a otros miembros de su familia a esta tradición que los ha hecho estar más unidos y con salud.