El primer día que entraron en vigor las nuevas restricciones sanitarias en aforos y horarios de la entidad, la movilidad en el Centro Histórico de la capital no se relajó; los comercios registraron gran afluencia de personas y los restaurantes tuvieron menos de la mitad de su capacidad.
En las calles del primer cuadro de la ciudad, la gente paseaba y hacia sus compras de fin de año; mientras a unas cuadras, la Plaza Victoria reabrió sus puertas, luego de que el sábado pasado fue suspendida por no respetar el aforo permitido y la sana distancia.
En un recorrido por la zona centro, se pudo observar gran afluencia de personas que paseaban en familias, en parejas o solas, así como largas filas afueras de los comercios esperando su turno para poder entrar y adquirir principalmente prendas de vestir.
Algunas bancas de las plazas públicas, como el Jardín Guerrero y el Jardín Zenea, se encontraban ocupadas por parejas que charlaban, grupos de jóvenes que hacían bromas, y hombres solitarios que se refrescaba con agua de fruta.
La Plaza de Armas, es la única plaza que permanece acordonada para evitar el paso de la gente.
La mayoría de los paseantes y prestadores de servicios, portaban su cubrebocas, tal y como se especifican las medidas de seguridad sanitarias; y de igual forma los establecimientos especifican con carteles en sus entradas, el uso obligatorio de este artículo para la prestación del servicio.
Aunque algunos establecimientos tienen en sus entradas tapetes sanitizantes casi secos, la gran mayoría de ellos cumple con la entrega de gel antibacterial, toma de temperatura, y respeto de sana distancia, aforo que para los comercios es del 50% y el horario de cierre, a las 5 de la tarde.
Los restaurantes y cafeterías, continúan con las medidas de seguridad sanitarias especificadas por las autoridades desde hace meses, y ahora con el cambio de que deberán cerrar a las 8 de la noche y un aforo permitido del 50%.
Para este sector, no ha sido fácil las medidas señalan algunos de sus representantes como Lucilda Sánchez y Joaquín Leal, quienes por separado, coincidieron que la mitad de su personal se tienen que tomar medidas como el rolar descansos para continuar en servicio.