A pesar de la reciente reubicación del albergue Yimpathí y el hogar de transición de la calle Guerrero a la Av. Universidad casi esquina con Tecnológico, personas sin hogar continúan reuniéndose en las jardineras del Jardín Guerrero, en el Centro Histórico de Querétaro.
Durante un recorrido realizado por Diario de Querétaro en la zona, se detectó la presencia de personas sin hogar con cobijas, mochilas y algunas pertenencias como bocinas, lo que sugiere que la problemática persiste.
Estas personas indicaron que no estaban en el lugar para acceder al servicio de comedor que anteriormente se ofrecía en el templo de Santa Clara, sino que se encontraban allí para organizarse y vender pulseras que ellos mismos tejen de manera ambulante.
Además, señalaron que en la zona hay conexiones eléctricas que les permiten cargar sus teléfonos celulares y otros dispositivos electrónicos.
Hace unas semanas, el delegado del Centro Histórico, Luis Octavio Mata Rivera, declaró que se había realizado un esfuerzo significativo para retirar a las personas sin hogar del Jardín Guerrero, ante las quejas recurrentes de los vecinos por la ocupación de este espacio público. Sin embargo, la situación no ha sido resuelta completamente.
"Se realizó un gran esfuerzo para el retiro de estas personas, quienes en la mañana estaban en el jardín Guerrero y en la tarde ingresaban al albergue. No se eliminó el albergue, solo se reubicó para que estas personas continúen teniendo un lugar digno", explicó Mata Rivera.
El albergue Yimpathí y el hogar de transición fueron trasladados para brindar atención más adecuada a las personas sin hogar y evitar su permanencia en áreas públicas del centro de la ciudad. Mata Rivera destacó que el municipio y el estado tienen la responsabilidad de proporcionar espacios dignos para estas personas vulnerables.
"La reubicación del albergue y la casa de transición ha sido muy bien recibida por los ciudadanos. Estos espacios están diseñados para ofrecer apoyo y terapias a las personas en situación de calle, con el objetivo de ayudarles a reincorporarse a la vida productiva", afirmó el delegado del Centro Histórico.
El hogar de transición, ubicado junto al albergue, se encarga de ofrecer asistencia a las personas sin hogar mediante programas de reintegración social. Refirió que la directora del programa, Teresa Borbolla, ha implementado terapias para apoyar a quienes se encuentran en condiciones de vulnerabilidad, con el objetivo de reintegrarlos a la vida productiva.
A pesar de estos esfuerzos, la presencia de personas sin hogar en el Jardín Guerrero sigue siendo motivo de preocupación para los vecinos y autoridades locales.
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Mata Rivera confía en que, con la labor de reintegración social que se realiza en el hogar de transición, se logrará un cambio significativo en la situación de estas personas, reduciendo su permanencia en espacios públicos y mejorando la calidad de vida en el Centro Histórico.
"El albergue y la casa de transición están muy cercanos entre sí, lo que facilita que las personas puedan recibir el apoyo necesario. Con esto, esperamos rescatar a muchas personas y reintegrarlas a la vida productiva", concluyó Mata Rivera.