Alrededor de los 8 panteones, en esta temporada de Día de Muertos, el bullicio y la actividad se presentan desde la apertura de las puertas de los camposantos con la presencia de más de 300 puestos de servicios y productos que buscan facilitar las visitas de las familias a sus seres queridos.
Desde temprano, los comerciantes instalan coloridos puestos donde se ofrecen flores de cempasúchil, nube y garra de león, tres de las variedades más populares para adornar las tumbas en esta temporada, con un precio que va desde los 40 pesos el ramo, hasta otros de mayor costo de acuerdo al tamaño.
La venta de estas flores se convierte en una escena de constante movimiento, con los tonos anaranjados, blancos y rojos dominando el panorama, que son compradas para adornar las tumbas que ahí encuentran.
No solo hay flores: el aroma de las tradicionales garnachas como guajolotes, tacos dorados, tacos de bistec y de guisado envuelve el ambiente, invitando a los visitantes a hacer una pausa en sus recorridos. Los platillos entre 40 y 60 pesos, son una opción para los paseantes y visitantes del lugar, que se presentan desde la primer hora de la mañana.
Algunos vecinos de los alrededores, incluso abren pequeños bazares improvisados, aprovechando la ocasión para vender artículos en deshuso pero en buenas condiciones. Este gesto comunitario busca apoyar la economía familiar y sumar a la variedad de opciones para los visitantes.
Dentro de los panteones, otro grupo de personas se organiza para brindar servicios de apoyo.
Ciudadanos de distintas edades, conocidos como "ayudantes", se dedican a colaborar con quienes requieren ayuda para limpiar las tumbas, cargar cubetas de agua o arreglar las flores.
Estas personas no tienen un precio fijo; en su lugar, aceptan propinas voluntarias que las familias agradecen por el trabajo y el gesto de respeto hacia sus difuntos.
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Para los más pequeños, hay juguetes sencillos y económicos que los vendedores ofrecen en los alrededores, como una distracción mientras los adultos decoran las tumbas.
También es común ver que las vialidades cercanas se cierren para permitir el tránsito peatonal seguro entre los puestos y los panteones, una medida que las familias del lugar y los visitantes aprecian.
De acuerdo con los vecinos, el Día de Muertos, especialmente el 2 de noviembre, trae consigo una mezcla de solemnidad y alegría, un tiempo donde las familias reviven tradiciones, recuerdan a sus seres queridos y disfrutan de un ambiente de convivencia.