Durante la Nochebuena el Hospital General de Querétaro continuó trabajando en las circunstancias límite a que obliga el imparable Covid-19. No obstante la adversidad, el espíritu navideño animó al personal médico que portaba detalles en su uniforme y que brindó calidez a los pacientes e incluso hubo una cena especial para los que aún pueden comer, ya que fueron los únicos con los que tuvieron contacto en estas festividades.
En esta Nochebuena Diario de Querétaro estuvo en la primera línea local de lucha contra el virus que tiene enfermo desde hace 9 meses al mundo, para ver cómo sobrellevan la emblemática quienes padecen y quienes combaten la enfermedad.
La pandemia ha llegado a tal punto que enfermeras consideraron que fue una noche de Navidad tranquila, hubo pocos ingresos de pacientes, pues estiman que muchos enfermos prefirieron pasar la nochebuena con sus familias que en un nosocomio.
El 24 de diciembre una de las pacientes con Covid-19 cumplió años y la comunicaron con su familia a través de una videollamada; le enviaron ánimo y buenos deseos, lo que provocó su llanto, aunque nadie pudo darle un abrazo para reconfortarla.
Tania Ramírez, residente del área de Urgencias, explicó que esta es la primera vez que pasará una nochebuena y Navidad lejos de su familia, pero que le reconforta el pensar que hace lo que le apasiona, aunque con cada día más pacientes graves por la enfermedad.
“Esta noche va a ser diferente para todos, complicada porque tenemos pacientes bastante críticos que dejaron sus casas, que no la van a pasar con sus familiares y que no han tenido contacto, en lo personal es la primera Navidad que paso fuera de mi casa, va a ser nostálgico porque la situación que estamos pasando no es nada fácil”.
Una noche que debería ser especial para algunos pacientes podría ser la última, desde su preparación a los estudiantes de Medicina y Enfermería les enseñan que su labor implica dejar a sus familias durante festividades, cumpleaños o fechas especiales, la nochebuena no es la excepción. Pero este año fue diferente, el combate en la primera línea contra el Covid-19 les hace valorar más su salud, trabajar con el miedo de contagiarse y poner en riesgo a sus familias. Pero estos héroes se sobreponen.
"La situación en la que estamos actualmente no es favorecedora, pero aquí vamos a estar toda la noche, tratando de que nuestro pacientes sientan un poco de calidez y olviden un poco por lo que están aquí, que aunque no estén cerca de sus familias, saben que nosotros como profesionales estamos a cargo esta noche y podemos estar con ellos".
Acaban de pasar unas horas desde que Tania, junto con sus compañeras fueron de los primeros queretanos en recibir una dosis de la vacuna de Pfizer, lo que consideró es una buena protección por el riesgo de un nuevo contagio.
“Somos la primera línea y no podemos faltar. Debemos seguir sirviendo a todos los pacientes. Ojalá que llegue pronto la mayoría de las dosis para estar más cubiertos”.
La enfermera Ofelia Gómez recalcó que en esta fecha lo que agradece es que no le ha dado Covid ni a nadie en su familia; y en esta batalla que aún no termina solo le queda continuar con la atención a los pacientes.
"La hemos librado, no me ha dado Covid gracias a Dios, entonces estoy muy agradecida, mi familia está muy bien y estamos haciendo lo que nos gusta".
Alejandra García, también enfermera, hizo énfasis en que la gente debe crear conciencia, pensar en sus familias, usar el cubrebocas y no salir a la calle si no es necesario.
“Vemos que la ocupación hospitalaria está al límite y pues seguimos trabajando aunque no ha llegado mucha gente, quizás sea por la fecha, no tenemos muchos pacientes esperando cama, aunque está lleno el servicio”.
Alejandra y Ofelia reconocen que han escuchado a gente que aún piensa que el Covid no es real o que es un invento del gobierno, pidieron a la gente sacarse esas ideas de la cabeza y cuidarse.
“El Covid existe, en lo personal nos llegamos a acostumbrar a usar el equipo de protección, es algo del día a día, pero sí estamos cansados, cuando sales de una jornada laboral pesada, ves pacientes que fallecen y muchas cosas que te desaniman, luego sales a la calle y ves a gente sin cubre bocas que no les importa, en las redes sociales están en fiestas, yo creo que estamos más cansados de eso”.