No le importan los casi 15 kilos que pesa, pero Damián Armando pidió permiso en su trabajo durante una semana para poder llevar a cuestas a la Virgen y así pagar una manda. Aseguró que ella le ayudó a salir de un “apuro económico” y que marchar lo hace en respuesta por lo recibido.
El hombre de 21 años dijo que lleva cinco desde que se ha unido a la caminata y que trabaja en la construcción, en donde habló con su jefe para explicarle su necesidad por saldar la deuda con la Virgen Morena con la que pretende volver hasta su casa en Santa María.
“Este es el primer año que la llevo cargando, porque voy a pagar una manda, ya que ayudó con un apuro económico que tenía”, expresó.
Damián Armando agregó que para su preparación y estar listo para esta marcha salió varios días a andar en bicicleta y en ocasiones iba a trotar para hacer un poco más de condición. Luego, ya decidió descansar para tener la suficiente energía, porque sabía que le esperaba un reto fuerte que era llevar a la Virgen a sus espaldas hasta el Tepeyac.
“Esta Virgen ya la tenía en mi casa, nomás que me la encargaron y voy a regresarla con mucho cuidado”, externó.
Sobre su familia, mencionó que ellos marchan, pero en otras procesiones, aunque no lo hacen en esta que parte de Querétaro.
Lleva a cuestas la Virgen, pero su ropa le echó al camión “maletero” del que, afirmó, no se les había dado precio, sino que les argumentaron que esto es cuando van a la mitad del camino.
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A pregunta directa respondió que no le cansaba la estatua al menos porque recién salía de Querétaro, pero aseguró que así se mantendrá hasta entrar a la Basílica de Guadalupe el próximo domingo 23 de julio.
