Mario Pérez viajó del Estado de México hacia la Sierra Gorda para “vivir la experiencia completa” de la peregrinación a pie hacia la Basílica; contra todo pronósticos debido a una rodilla dañada ha caminado durante 27 años.
Originario de Jurica, Estado de México, Mario pertenece a la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús. Este año, a sus 68 años, decidió iniciar su peregrinación desde la Sierra, a diferencia de años anteriores cuando comenzaba desde Querétaro.
Mario destacó la buena organización y la limpieza de la ruta en la Sierra, lo que hizo que su experiencia fuera aún más significativa.
"Para mí es una satisfacción estar caminando, tengo 68 años, y espero seguir, porque es una bendición de Dios para mí estar todavía en la columna. Es el primer año, este, que empecé de la Sierra. Iniciaba desde Querétaro, pero quise ver la experiencia completa. Es muy bonito por allá, es bien organizado, limpios", compartió Mario.
A pesar de los problemas para caminar debido a su rodilla izquierda, Mario ha encontrado en la fe y la voluntad de Dios la fuerza para continuar su camino. Ha recorrido esta ruta durante casi tres décadas, siempre acompañado de familiares y amigos del Estado de México, quienes también comparten su devoción y compromiso.
El trayecto no es solo un desafío físico, sino también una prueba de la fe y la voluntad. Mario ha superado obstáculos que muchos considerarían insuperables, encontrando fuerza en su creencia y en el apoyo de sus compañeros peregrinos. Su historia es un testimonio del poder de la fe y la comunidad.
"Tengo problemas para caminar, en la rodilla izquierda, desde siempre, pero gracias a Dios tengo molestias, pero tolerables. Con la fe he caminado y la voluntad de Dios. Vengo con familiares y en el grupo que vengo todos son amigos, de la parte del Estado de México, vecinos, básicamente", agregó.
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Antes de cada peregrinación, Mario se somete a chequeos médicos para asegurarse de estar en las mejores condiciones posibles. Aunque su doctor le recomienda no esforzarse demasiado y evitar movimientos que puedan agravar su lesión, Mario decide unirse a la peregrinación, guiado por su fe y devoción.
La peregrinación anual a la Basílica de Guadalupe es un evento importante que reúne a miles de personas de diversas localidades, todas unidas por su devoción y fe. Para Mario, esta peregrinación es una parte esencial de su vida y una tradición que espera continuar por muchos años más.