Francisco Rojas Hernández, un peregrino con 12 años de experiencia, ha vuelto a la senda de la peregrinación tras enfrentar la pérdida de sus dos hermanas en un corto período. A sus 47 años, Francisco ha encontrado en este viaje una forma de enfrentar su duelo y reafirmar su fe.
“Mi regreso a la peregrinación es un acto de gratitud y homenaje a mis hermanas, quienes fallecieron este año debido a complicaciones de salud”, explicó Francisco.
El peregrino, originario de San Juan del Río, había dejado de participar en años recientes debido a obligaciones laborales y problemas familiares, pero las recientes pérdidas lo llevaron a reconsiderar su camino
El fallecimiento de sus hermanas, una tras otra a principios de año, marcó un momento decisivo en la vida de Francisco.
“El 1 de enero perdí a una hermana y cinco días después, mi otra hermana también falleció. La diabetes fue la causa de sus enfermedades”, detalló. Este doble golpe de dolor y pérdida lo impulsó a retomar la peregrinación como un acto de fe y memoria.
Francisco, quien comenzó su tradición de peregrinar a los 8 años bajo la influencia de su tío, explicó que este viaje tiene un significado profundo para él.
"Desde niño, mi tío me enseñó el valor de la peregrinación. Aunque no pude participar el año pasado por razones personales, el regreso ahora es mi manera de dar gracias a nuestra madre santísima por acoger a mis hermanas”, afirmó.
A pesar de las dificultades y la tristeza que ha enfrentado, Francisco mantiene su compromiso con la peregrinación. “En momentos difíciles, es crucial mantener nuestra fe y oración. Aunque algunas familias cambian de religión, yo continúo con mis tradiciones”, dijo.
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El retorno de Francisco a la peregrinación no solo simboliza su devoción personal, sino también un esfuerzo por conectar con su espiritualidad en medio del duelo. “Mis hermanas no eran peregrinas, pero yo seguiré viniendo cada año, en su honor y en nombre de mi fe”, concluyó.
