María de Jesús peregrinó 14 años continuos hasta que se atravesó la pandemia, y en esta ocasión retomó el reto de caminar para encontrarse con la Virgen de Guadalupe. Aseguró que lo hace por agradecimiento, principalmente porque le ayudó a mantener su matrimonio de una manera “inexplicable” cuando se encontraba en una severa crisis.

Además, dijo que eso le ha ayudado a tener fuerzas ante la enfermedad de uno de sus hijos. “Mi matrimonio estaba deteriorado y le pedí a la Virgen que me diera fuerzas y mantener unida a mi familia. Cuando regresé de mi primera vez mi vida fue diferente”.

Comentó que el año pasado llegaron más personas de su comunidad y que es necesario trabajar en la convocatoria para hacer que el grupo sea como antes lo fue. Ella lo atribuye a la pandemia y las actividades que tiene cada quien.

La mujer de 52 años de edad afirmó con tantos problemas que hay en el mundo es importante tener un acercamiento en la iglesia en busca de Dios. Ante esto, aseguró que las familias de hoy son muy diferentes a las de antes.

“Pienso que la fe es la que mueve montañas. Y acercarnos a Dios y a la Virgen con fe, para educar a nuestros hijos”, expresó María de Jesús, quien además de dedicarse al hogar hace apenas tres años concluyó la carrera de enfermería, con lo cual tuvo oportunidad de pedir sus vacaciones para hacer la caminata desde Querétaro a la Basílica de Guadalupe.

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Para la mujer oriunda de Guanajuato es importante que las familias estén unidas, ya que eso permite llevar una vida mejor y con armonía. Insistió en que ese es el mejor motivo que tiene para integrarse a la peregrinación cada año y poder encontrarse con la Virgen Morena en el Tepeyac.