En cinco años, el Hogar de Transición “Cambiando vidas” del Municipio de Querétaro ha beneficiado a más de 500 personas, informó Teresa Borbolla Olivares, directora del Instituto Municipal para Prevenir Conductas de Riesgo.
“El total de personas atendidas del 2018 al 2021 fue de 292, del 2021 al día de hoy van 399 personas que hemos atendido en el hogar de transición, estamos hablando de que este reencuentro con su familia, con su persona, estamos llegando a casi 500 personas”, dijo.
Actualmente hay 19 personas en el hogar de transición, de las cuales dos son mujeres y el resto hombres. El hogar tiene capacidad para recibir a 49 usuarios en un espacio digno.
Es un programa de reinscripción sociolaboral, que atiende a personas de entre los 19 y 59 años de edad, que reciben atención psicológica, se les ofrece un lugar dónde dormir, alimentación, y estudios escolares, además de comprometerse a realizar trabajo comunitario.
Se cuenta con una plaza comunitaria del INEA donde siete personas terminaron sus estudios de nivel básico, además una persona adulta estudia preparatoria en la UAQ y tres personas estudian licenciatura, dos de ellos psicología y uno gastronomía.
“La idea es acompañarlos en este proceso que dura entre seis y ocho meses, en reconstruirse, y que empecemos a fortalecer sus lazos familiares”, explicó la directora.
De 2021 a 2023, se lograron 45 reinserciones sociolaborales, 37 reinserciones sociales, 26 regresos asistidos, 71 seguimientos psicológicos, 21 vínculos con el CESAM, entrega de 16 mil 589 paquetes de alimentos y 173 documentos de identidad. Este año han atendido 64 personas en las brigadas.
Agregó que actualmente, tres personas tienen una beca para rehabilitarse en un centro de tratamiento residencial. El Municipio paga el tratamiento completo, que cuesta entre los 6 y 7 mil pesos mensuales. Ya suman 12 personas las que han aceptado esta beca.
Recordó que, desde hace cinco años, en la administración del alcalde Luis Nava, el tema de las personas en situación de calle, se atiende de manera transversal con la participación de las diferentes secretarías municipales.
Para ello, el Instituto implementó dos ejercicios: un ejercicio de socialización y zonificación que se llaman brigadas de reconocimiento, que permiten identificar a las personas en situación de calle, cuál es el motivo y qué necesita para salir de esa condición.
Las brigadas se realizan en las siete delegaciones municipales en tres turnos; a través de éstas, también se atienden las llamadas que genera la ciudadanía o los mismos servidores públicos, que informan sobre alguna persona en situación de calle en determinado lugar.
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“Una vez que identificamos a la persona en situación de calle se hace un ejercicio de socialización, estas personas al ser expulsados sociales, en su mayoría, no están acostumbradas a fraternizar ni a ver a las personas ajenas a su entorno normal, con un vínculo de confianza”, refirió.
El Instituto hace un ejercicio social de acercamiento para generar un vínculo de confianza, e invitarlos al hogar de transición.
“Recalcar que bajo ningún argumento podemos obligar a alguien a que se mueva, porque vivimos en un estado libre de tránsito, y lo que hacemos es salvaguardar el tema de derecho humanos y siempre respetarlos”, apuntó.
