La Iglesia católica pasa por difícil situación económica, pues al igual que miles de familias queretanas ha dejado de percibir ingresos principalmente por la limosna, durante las celebraciones religiosas, una de las fuentes para mantener en funcionamiento templos y obras de caridad.
El vicario general de la Diócesis de Querétaro, Martín Lara Becerril, explicó que una vez que pase la crisis en materia sanitaria, se viene crisis económica, pues miles de familias se quedaron sin trabajo e ingresos y buscarán recuperarse económicamente.
“Hablando en general de los templos, la entrada principal de la Iglesia es la limosna de la gente, llevamos dos meses que no tenemos, entonces los sacerdotes junto con el personal que los ayudaba en la Iglesia estamos corriendo la misma realidad que tiene todo el pueblo, es decir no tenemos, evidentemente que estamos pasando por la misma situación”.
La propuesta de la Iglesia, una vez que se permita su reapertura y de diversas actividades económicas, es crear programas de caridad de manera organizada y el apoyo entre la misma población.
“En toda la gama social de los católicos, muchos han perdido sus empleos, sus fuentes de trabajo y por lo tanto no tienen dinero, ahí es donde hay que ver con lo poco que hay, con la buena voluntad de los católicos que tienen, ahí es donde hay que organizar la caridad, ahí es donde hay que organizarnos para la subsidiaridad, tenemos que pensar no solamente en el templo, sino en los católicos”.
Cada templo y parroquia enfrenta de manera diferente la crisis, pues han tomado medidas como reducir los servicios de energía eléctrica y agua, además de que se tienen que mantener limpios y sanitizados.
“Los sacerdotes están viviendo la misma situación que el pueblo, desde el primer domingo que no hubo misa desde ese domingo se resintió, todos los templos, desde el primer domingo en que ya no hubo celebración de la misa se resintió y estamos operando con los servicios mínimos que podemos ofrecer”, finalizó.
