Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de Querétaro, enfatizó que para la Iglesia católica las adopciones deben ser para los matrimonios y estos, son los que se realizan con la unión entre hombre y mujer.
“La Iglesia ha sido clara siempre en este tema, el matrimonio es entre hombre y mujer, para empezar, y, por otro lado, las adopciones son para un matrimonio, hombre y mujer, que tenga necesidad y que no pueda tener hijos”.
Con relación a que cualquier persona soltera pueda adoptar, sin importar sus preferencias sexuales, remarcó que el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) tiene sus propios criterios y esos se tienen que respetar.
“Creo que los criterios son claros, a una pareja estable se le puede dar en adopción y es un proceso largo, además, que no es fácil”.
Apuntó la importancia de que en la adopción se privilegie a las familias conformadas por hombre y mujer.
“Se tiene que privilegiar a las parejas, creo yo, para la adopción, a las parejas de hombre y mujer, que hay muchas en espera, en la fila”.
TRES ASOMBROS EN LA VIDA CATÓLICA
Lo anterior lo declaró en entrevista posterior a celebrar la misa dominical en catedral, en la cual llamó a la grey a detenerse en los tres lugares de asombro presentes en la vida cotidiana y que permiten el encuentro con Dios.
El primero de esos lugares, dijo, es el de reconocer en el prójimo el rostro del hijo de Dios, el segundo; dejarse asombrar sin miedo, por la propia historia personal, familiar y social, pues “si lo hacemos”, permitimos a Dios dar continuidad en nuestra vida.
El tercer lugar de asombro es la Iglesia de puertas y brazos abiertos pero, sobre todo, siempre dispuesta a buscar, “con una sonrisa de madre”, a quienes de ella se han alejado, pues su deseo es llevar a sus hijos a la misericordia de Dios.
Añadió que en la Iglesia siempre se encontrará cobijo, pues su dueño es el propio “Jesús”.
“Mañana (hoy), por la noche, nos reuniremos para celebrar el “gran misterio del amor” que nunca termina de sorprendernos, Dios se hizo hijo del hombre para que nosotros nos convirtiéramos en hijos de Dios”, finalizó.