Iglesia Católica se une al grito de las mujeres en contra la violencia, pero no se está de acuerdo en que el móvil para exigir este derecho sean las agresiones y el grafiti; así lo afirmó Martín Lara Becerril, vocero de la Diócesis de Querétaro, luego de las pintas realizadas en el Centro Histórico donde resultaron dañados dos recintos religiosos.
Se trata del Templo de Santa Rosa de Viterbo y el Tempo de San Francisco de Asís, los cuales tuvieron pintas en partes de sus fachadas, sin embargo, el vocero reconoció que los daños a estos bienes fueron menores en comparación con el año anterior, lo que vislumbró como algo positivo, pues aseguró que en estas manifestaciones ha visto cambios dirigidos hacia la paz.
"Santa Rosa de Viterbo fue pintado por la parte de la calle Ezequiel Montes y también, de nuevo, el Templo de San Francisco en la entrada volvió a ser grafiteado, aunque en menor escala. Pero solo fueron dos los edificios (...) Algo que he notado es que las marchas feministas empiezan a tener cambios hacia las marchas pacíficas, que es lo que quisiéramos ver, sin agresiones”, comentó.
Señaló que el lado positivo de estas manifestaciones es el incremento de la participación de mujeres no solo en Querétaro, sino a nivel nacional, por lo que -dijo- es importante tomar a consideración este hecho por parte de las autoridades y sociedad civil para que sean escuchadas.
"Podemos decir que esta marcha es el último grito hacia la justicia y es muy digno tener en cuenta el grito de la mujer sobre esta violencia que nadie quiere. Ayer vi estadísticas que registran que diez mujeres mueren al día en México y esto es muy duro. Ante el grito de no querer violencia debemos solidarizarnos", manifestó.
Por otro lado, enfatizó en que el lado negativo de estas manifestaciones son las agresiones verbales y físicas, así como los daños a otros bienes tales como locales comerciales y el daño que se hizo al tanque de agua localizado en avenida Zaragoza, lo que señaló como lamentable por parte de las manifestantes.
"Fueron algunas las que causaron estos daños, agrediendo a terceras personas y sus bienes. Hubo mucho grafiti en casas, edificios y de manera particular las pintas están casi en su totalidad en el tanque de agua. Yo reflexionaba que el tanque es el lugar donde se almacena el agua para la vida y fue el sitio más grafiteado y eso se me hizo significativo", declaró.
Respecto a las vallas colocadas en los alrededores de los templos y de otras zonas del Centro Histórico comentó que fue una medida oportuna, pues quisieron evitar algún tipo de enfrentamiento al no colocar escudos humanos, por lo que esta respuesta por parte de las autoridades locales fue una medida importante para mantener el orden.