Ante la situación de Covid-19 en el estado y la saturación de los crematorios, la Diócesis de Querétaro puede oficiar misas de cuerpo presente de fallecidos a causa del virus y, con féretros cerrados para evitar riesgos, informó el vicario general, Martín Lara Becerril.
Fue a mediados de enero, cuando las autoridades estatales emitieron un acuerdo para que, se permitiera el entierro de los fallecidos de Covid-19, ya que, desde el inicio de la pandemia, solo se permitía la incineración.
En este sentido, Lara Becerril explicó que, generalmente, quienes fallecían a causa del virus, eran incinerados y los familiares, con las cenizas, pedían que se oficiará la misa en su nombre.
Reveló, que a raíz del Covid-19, han identificado un aumento en un 30% de las incineraciones, ya que, aunque algunas personas fallecieran por otra causa, también comenzaron a recurrir a esta práctica.
"Ante las restricciones, la gente decía, mejor que lo incineren si no lo vamos a poder velar en nuestra casa, si no lo vamos a poder llevar a la misma, mejor lo incinerados", abundó.
Al respecto, confirmó que, actualmente, se oficia misa de cuerpo presente, pero con el ataúd cerrado para evitar riesgos de contagio. “No vamos a decir, se murió de Covid y no voy a celebrar la misa, pues no, negarle la ayuda espiritual, no", enfatizó.