“Una decisión basada exclusivamente en la emoción, puede ser una decisión equivocada”, sostuvo el presidente nacional del Instituto Mexicano de Ejecutivo en Finanzas, (IMEF), Fernando López Macari, al advertir que este primero de julio lo que se estará decidiendo es el futuro del país.

Al participar en el Décimo Cuarto Simposio Nacional, “Economía Digital”, dijo que se debe de pensar qué es lo que se quiere pero también exigir el avance así como la transparencia y el crecimiento de México por lo que llamó a tomar una decisión informada.

En entrevista, aseguró que gane quien gane las elecciones de julio próximo, los fundamentos macroeconómicos del país están muy sólidos y sustentados como es la disciplina financiera.

Pero también tenemos que entender, apuntó, que una sola persona, e inclusive el Presidente de la República no tiene la facultad de hacer grandes cambios estructurales por lo que estimó que este año la economía estará en condiciones de mantener tasas de crecimiento del dos por ciento.

“No hay datos sólidos que digan que quien sea el presidente, puede cambiar las cosas de un día para otro”, afirmó López Macari.

Al señalar que el temor en los inversionistas podría ser en el sentido de que las cosas puedan ser cambiantes constantemente, “pero nosotros como IMEF lo que vemos es que el país va a seguir adelante y se necesitará encontrar un discurso de coincidencias con quien sea el próximo presidente”, señaló.

“Lo que necesitamos en el país es pensar cómo construir y no cómo echar para atrás lo que ya se tiene”, señaló.

El presidente del IMEF, dijo que en medio de un entorno internacional complejo, pero también un proceso electoral “en puerta”, el país mantendrá sus niveles de crecimiento del orden del 2.3% en 2018,

Sin embargo, la pregunta, que tenemos, indicó, es porque México no logra duplicar la velocidad de ese crecimiento, interrogante, que puntualizó tiene que ver con cinco factores que inhiben ese desarrollo como es el tema fiscal, el desarrollo de la fuerza laboral y su profesionalización.

Un tercer se refiere al factor de combate frontal a la corrupción, además de estado de derecho y un último referente a la incorporación de tecnología de vanguardia.