Los jóvenes presencian violencia en el hogar, en las calles, en la escuela y en los medios. Por lo que la expresión del instinto agresivo pareciera ser un resultado de todo ello coincidió la diputada Laura Polo Herrera con el psicoanalista Andrés Tovilla Sáenz.
La legisladora local por MORENA en la LIX Legislatura, Polo Herrera invitó al doctor en investigación psicológica, para impartir un taller que busca aportar nuevas ideas a las personas en general, dirigido a jefas de familia, profesionistas y ciudadanos interesados en el tema.
En la intervención de Polo Herrera dijo que el taller tiene como objetivo acercar conocimientos del especialista Tovilla Sáenz para dar elementos a las personas y puedan enfrentar de manera adecuada los retos y situaciones de violencia que se les pudieran presentar en la vida cotidiana
En ese sentido el doctor Tovilla Sáenz expuso los principales tipos de violencia que comúnmente se presentan, como son, según su relación: la violencia colectiva, interpersonal y auto infligida; o bien, por su naturaleza: la violencia verbal, física, económica, escolar, laboral, de género, sexual y la ciber-violencia.
Por otro lado, mencionó que es más probable que una familia violenta genere hijos adictos. Mientras que por el contrario, las familias que dialogan y resuelven todo de manera pacífica, tienen menor riesgo de que los hijos desarrollen adiciones.
Señaló que la causa de la autodestrucción está en el instinto de muerte y que el masoquismo moral obedece a sentimientos de culpa. Además hizo referencia al instinto de muerte como “una tendencia inconsciente a la destrucción, debido a que se elige destruirse para no sentir angustia”. Sin embargo, afirmó que hay otra forma de no sentir angustia y consiste en tener los elementos suficientes para enfrentar las situaciones y resolverlas de forma positiva.
Para concluir, el Dr. Andrés Tovilla sostuvo que dentro de un enfoque de tratamiento para jóvenes, es necesaria la construcción de resiliencia, ya que necesitan tratamiento especializado debido a su edad y al hecho de que una parte de su personalidad ha sido, en su caso, distorsionada por uso de sustancias u otras adicciones.