En el marco del Día Mundial de la Hemofilia (17 abril) el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que en todo México hay una población de poco más de seis mil pacientes con esta enfermedad hemorrágica y hereditaria que impide la buena coagulación de la sangre.
Esta enfermedad se hereda del cromosoma X de la mujer, quien al tener dos cromosomas, uno sano y otro enfermo, no sufre la hemofilia. Sin embargo, en 30% de los casos la hemofilia aparece como una mutación nueva, es decir, que los padres, no la padecen.
Existen diferentes tipos de hemofilia dependiendo del factor de coagulación que le haga falta al paciente. Hay casos en que la hemofilia no es tan grave, y los pacientes se enteran hasta la edad adulta y se diagnostican a los 60 o 70 años con hemofilias muy leves porque casi no sangran.
Sin embargo, el 60% de los casos son graves. En estos pacientes el sangrado es prolongado y las hemorragias se presentan en articulaciones, cerebro, ojos, garganta, riñones e incluso llegan a presentar hemorragias digestivas.
En el IMSS desde hace 10 años se utiliza la profilaxis preventiva que consiste en aplicarles vía intravenosa el factor que les hace falta de dos a tres veces por semana. Este tratamiento lo recibe el paciente esté sangrando o no de las articulaciones. Entre más temprano sea el tratamiento, mejora el resultado.
Anteriormente, la modalidad del tratamiento era sólo a demanda cuando el paciente sangraba, pero esto no evitaba que los pacientes fueran deteriorándose y desarrollaran problemas en las articulaciones que les genera un dolor intenso.
La Clínica de Hemofilia en México cuenta con varios especialistas en hematología y ortopedia quienes atienden los problemas articulares, en medicina física quienes someten al paciente a terapias y enfermeras para las infusiones.
El especialista comentó que en la actualidad no existe ningún tratamiento curativo disponible y lo único que se puede hacer es corregir la tendencia hemorrágica administrando por vía intravenosa el factor de coagulación que falta y con ello, la esperanza de vida de los pacientes es muy buena.
Consideró que es necesario hacer conciencia de que la enfermedad existe, ya que es de baja prevalencia. En la medida en que la conozcamos y en casa la detectemos de manera temprana, es mejor el pronóstico para el paciente, su familia y la sociedad, señaló.