En la 134ª edición de la peregrinación al Tepeyac, la Diócesis de Querétaro reportó un notable incremento en la participación de niños y adolescentes, duplicando su asistencia en comparación con años anteriores.
Este aumento significativo ha llamado la atención de las autoridades eclesiásticas, que ven en ello una señal de la creciente integración de las nuevas generaciones en esta tradicional manifestación de fe.
Martín Lara Becerril, vocero de la Diócesis, detalló que este año la participación de niños y adolescentes representó el 10% del total de asistentes, una cifra que prácticamente se duplicó en relación con las ediciones previas.
“El número de niños y adolescentes que participan se ha duplicado. Esto es un reflejo de cómo la tradición sigue viva y se está transmitiendo a las nuevas generaciones”, explicó Lara Becerril.
La peregrinación al Tepeyac es una tradición arraigada en Querétaro que se ha realizado ininterrumpidamente durante 134 años. Los fieles caminan desde diferentes puntos del estado hasta la Basílica de Guadalupe, en la Ciudad de México, para rendir homenaje a la Virgen de Guadalupe.
Este año, el incremento de menores y adolescentes acompañando a sus familias ha sido uno de los aspectos más destacados, reforzando la importancia de esta tradición en la vida familiar y comunitaria.
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Lara Becerril comentó que la participación juvenil es un indicador de cómo las familias están involucrando a las nuevas generaciones en actividades religiosas.
"Estamos viendo cómo las familias se preocupan por transmitir estas tradiciones a los más jóvenes. Que el número de niños y adolescentes se haya duplicado en esta edición demuestra que la fe sigue viva entre las nuevas generaciones", señaló el vocero.