Ante los atrasos en la respuesta del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para el pago de una indemnización, Vanessa Dib Velázquez, mujer a la que amputaron la pierna por negligencia médica, junto con familiares, amigos y conocidos han realizado diversos bazares y rifas para el pago de sus prótesis y la manutención para ella y sus hijos, ante la imposibilidad de trabajar de manera continua a falta de estos artículos necesarios para su movilidad.
"De lo que me he estado manteniendo ahorita es de lo que muchas de mis compañeras me apoyaron, y mucha gente se unió a mi caso. Me donaron ropa, zapatos, perfumes. Estuvieron haciendo rifas. Compañeras que estudiaron belleza como yo, hicieron rifas de sus servicios como pestañas, uñas, y esas donaciones es con lo que, desde hace dos meses, me he apoyado", indicó.
Vanessa contó a Diario de Querétaro que se encuentra a la espera para la devolución de los primeros gastos médicos por parte del IMSS, así como de la reparación del daño y de la compra de dos prótesis con un costo, cada una, de 200 mil pesos.
Se trata de sustitutos que necesita para continuar trabajando, pues para sostenerse no solo recibe apoyo de conocidos, sino que ella misma vende dulces y ni eso puede hacer sin estos dispositivos.
"Se hicieron bazares en el ICATEQ, afuera de la Casa de la Juventud; ahí fue antes de mis prótesis, después otra fundación me ayudó a hacer otro bazar mientras yo estaba en quirófano. En mi casa, por lo regular saco algunas cosas para vender. Yo espero conseguir una silla de ruedas para regresar a vender, al menos en Santa Rosa Jáuregui, en el mercado los días domingos".
Añadió que agradece el apoyo de las personas y conocidos que se han sumado a su causa, sin embargo, dejó en claro que no pretende únicamente vivir de eso y más bien está en búsqueda de sus prótesis para poder sostenerse económicamente, además de asistir a las terapias físicas y psicológicas que lograron obtener del IMSS, como recomendación de la Defensoría de Derechos Humanos de Querétaro (DDHQ).
"Yo agradezco el apoyo que se me dio, pero el dinero se va. Los gastos ahora fueron fuertes; regreso a clases, útiles, uniformes. Ocupo seguir laborando para seguir manteniéndome y no me quiero ver aprovechada de la gente y estirar la mano. No me gusta eso, me gusta trabajar", indicó, por lo que está a la espera de que, a finales de septiembre, se dé la resolución de su caso para que el IMSS otorgue las prótesis y su correspondiente indemnización.
Asimismo, mencionó que sus labores en estos cuatro años consiste en dicha venta de dulces, laborando en el mercado de Santa Rosa Jáuregui y en el Centro Histórico, recibiendo el apoyo de locatarios para sus traslados. Además, indicó que el ejercer presión pública sobre su caso fue positivo, ya que el IMSS le otorgó la labor de terapia incluso con un mes de anticipación, aunque dio a conocer que la física ha sido poco funcional debido al poco personal con el que se cuenta para ello.
"Y ahorita lo que más exijo son mis prótesis. Meto presión porque me gusta trabajar y sí puedo vender; entonces, si yo pudiera sostener mis gastos, trabajar, mejor; no es tanto que meta presión porque me paguen el daño ni la indemnización, sino las prótesis es lo que exijo. Sin ellas ni siquiera puedo hacer lo más básico, como ir a la tienda".