San Joaquín, Pueblo Mágico de la Sierra Gorda, envuelto en su riqueza natural e histórica por su reconocida zona arqueológica “Ranas” volverá a ser gobernando por Belén Ledesma Ledesma, sólo que esta vez sin el cobijo del partido que lo vio nacer como político en la región, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) sino como independiente.
Caracterizado por sobrevivir, principalmente de las remesas de dólares que envían sus cientos de migrantes de los EEUU, este municipio tiene nuevo Presidente Municipal electo, el independiente que es de profesión ingeniero electromecánico, casado con María de los Ángeles Reyes Novoa, con quien tiene tres hijas.
Para el próximo gobernante de este pujante y turístico rincón serrano, “el reto es lograr que San Joaquín se convierta en un municipio próspero, en crecimiento y con el mayor desarrollo posible para sus comunidades”.
Agradecido con el PRI, porque de él surge como actor político y como Edil del periodo 2009-2012, acepta que compitió como candidato independiente luego de que en su partido, el tricolor no tuvo la oportunidad para contender en este 2018.
Según explica, Ledesma Ledesma “la dirigencia estatal del PRI nos negó la posibilidad de representar al tricolor esta vez y por ello, y porque la gente nos manifestaba su confianza, decidimos contender como candidato independiente”.
Hay que decirlo, “ahora la ciudadanía ya no vota por el partido, vota por las personas”, precisa quien luego de un cacicazgo de más de siete décadas del PRI, lo derrota irremediablemente, dejando a tras la historia de ser el último bastión tricolor del todo el estado de Querétaro.
Cabe hacer notar que efectivamente desde su fundación oficial como municipio, en el año de 1946 San Joaquín había sido gobernado y controlado políticamente por el Partido Revolucionario Institucional, hasta este primero de octubre que será presidido por un ciudadano no priista.
Es próximo Edil de San Joaquín, luego de gobernar como abanderado tricolor del 2009 al 2012 se dedicó a atender su modesta zapatería ubicada en un local del mercado municipal de su pueblo natal.
San Joaquín es conocido por su producción de manzana, su ganadería, minería y zona arqueológica, así como por su prestigiado Concurso Nacional de Baile de Huapango, pero económicamente sobrevive principalmente de las remesas de dólares que envía su gente desde el país vecino.