Aunque ya brincaron la “tablita” y ven la luz después de dos años de crisis económica y sanitaria por la pandemia, los restauranteros en Querétaro echan “toda la carne al asador” para afrontar ahora el golpe de la inflación que ha elevado los precios de sus insumos y que impactan sus finanzas, de tal manera que desde enero tuvieron que subir el precio de sus menús 9% y avizoran que para agosto podrían de nueva cuenta volver a ajustar sus precios.
Así lo planteó el líder de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), Garabed Narinian Valenzuela, quien añadió que si bien hay recuperación del sector, hay empresarios que aún arrastran deudas que tuvieron que adquirir durante 2020 y 2021, pero están haciendo todo su esfuerzo para mantenerse.
“Durante la pandemia incrementaron los precios a las materias premias y tuvimos que soportar eso, no aumentar precios porque hubiera sido contraproducente y no íbamos a tener comensales. En enero, la mayor parte de los restauranteros sí hicieron un incremento a sus cartas derivado de la inflación que ya traíamos y de cómo cerró el año -2021-”.
Aún así –sostuvo- no pueden incrementar los precios cada semana, porque perjudicaría sus ventas y por ello tendrán que esperar alrededor de seis o siete meses para cambiar de nueva cuenta los números en sus cartas.
“Se tendrá que seguir soportando mermas. Cada restaurantero decide en qué momento sube o no de precios, pero puedo decir que a mediados de año o en agosto se pudiera pensar en otro pequeño ajuste, pero hay que esperar a ver cómo se comporta todo y esperar los índices de la inflación”.
El líder de la Canirac aceptó que los empresarios del sector se sienten presionados en lo que se refiere a la economía, no obstante la inflación “no es algo nuevo”, por lo que están preparados para soportar el alza de precios a la materia prima hasta cierto punto.
“Lo que no podemos soportar son cierres –de espacios restauranteros-, esperemos que ya no se den (como durante la crisis sanitaria), eso sí sería catastrófico para todos los empresarios, tanto chicos, como medianos y grandes; no tanto una inflación que esta sí se puede manejar”.
Explicó que una parte del sector se dedica a estudiar cómo mejorar sus procesos para tratar de reducir mermas o desperdicios, esto para que les permitan equilibrar la inflación, dado que sí les impacta.