¡La belleza cuesta!, dicho común entre las mujeres, que gustan de hacerse algunos retoques para lucir espectaculares, y últimamente las cirugías estéticas, son tendencia, que por la perfección han buscado todos los medios a su alcance para lograrlo, como las tandas y financieras.
Hace apenas unos años someterse a uno de estos procedimientos quirúrgicos era todo un lujo, pues los costos son bastante elevados, sin contar con los tratamientos post operatorios que resultan también altos de precio.
Sinaloa uno de los estados donde este tipo de tratamientos son el pan nuestro de cada día, fue de los primeros en imponer una nueva moda entre las mujeres y alguno que otro varón que en la necesidad de lucir espectaculares, comenzaron a realizar las famosas “tandas estéticas”, que al igual en las comunes donde se ahorra el dinero de un grupo de personas para entregarlo, sea por semana, quincena o mes, estas lo utilizan para pagar el procedimiento de belleza a cirujanos (muchos de ellos, sin certificación) y así realizar desde, rinoplastias hasta lipoesculturas, aumento de senos y glúteos.
Ante el boom de la belleza perfecta, miles de personas comenzaron a contactar a las organizadoras que vieron un buen negocio para financiar sus propias cirugías y ayudar a los médicos que sin tapujos entraron a la negociación.
Para cirujanos estéticos certificados y avalados por el Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva, estas prácticas son sumamente arriesgadas pues muchas veces el costo lo reducen 30% y hasta 50% del valor real, y esto es porque, o se utilizan productos de baja calidad, robados o reciclados, que llegan al mercado negro y son utilizados por gente sin ética profesional.
Otro aspecto que mencionan, es que, en estas llamadas tandas no dan la oportunidad de conocer al médico tratante y hacer un historial clínico, pues para realizar una buena valoración hay que llevar todo un procedimiento para un resultado óptimo.
“Siempre se debe tener una primera consulta de valoración face to face con el médico, es importante que él te explique cómo será el procedimiento, que tú sepas cuál es la preparación previa a la cirugía, cuál es la recuperación y cuáles son los riesgos”, mencionó Elizabeth Toledano, médico cirujano estético.
Querétaro no ha sido la excepción y subiéndose al tren de lucir radiantes, hace unas semanas se inauguró una financiera, donde se realizan préstamos para realizarse procedimientos quirúrgicos, y aunque en su presentación mencionaron estar en una torre médica de prestigio en la ciudad, quedó la duda de los nombres de los cirujanos tratantes, pues aunque se realizó la pregunta, las socias no pudieron dar nombres y dijeron que estaban en proceso de unirse al proyecto.
A decir del doctor Dafnis García quien se especializa en medicina estética no invasiva, estas prácticas deben ser reguladas, “no sólo es contar con el financiamiento económico, pues someterse a una operación es un tema muy delicado que puede dejar daños irreversibles e incluso poner en riesgo la vida”, mencionó.
El financiamiento es igual al de cualquier préstamo por parte de una institución se requiere de comprobantes de ingreso, INE, comprobante de domicilio, referencias y aval solidario, además de encontrarse limpios en buró de crédito.
En caso de no contar con estos requisitos se realizan las llamadas tandas en las que se da un abono semanal y dependiendo el número es cuando se otorga la consulta para el tratamiento.
En el último año se han recibido varias denuncias en la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, por fraudes derivados de las llamadas “tandas estéticas”