En respuesta a la problemática de roedores en el Centro Histórico de Querétaro, el municipio ha invertido 731 mil pesos desde diciembre de 2022, informó José Armando Presa Ortega, secretario de Servicios Públicos Municipales.
Dijo que esta medida fue tomada tras recibir quejas de comerciantes que, a raíz de la instalación del nacimiento monumental en la zona, comenzaron a notar la presencia de roedores.
“La solicitud de los comerciantes fue atendida con la implementación de un servicio especializado para combatir esta plaga. Colocamos 140 cebaderos en puntos clave del Centro Histórico, como el Jardín Zenea, Plaza de Armas, Jardín Guerrero y Plaza Constitución”, detalló Presa Ortega.
El funcionario explicó que los cebaderos colocados se reponen cada 15 días y, a decir del funcionario, no representan ningún riesgo para la ciudadanía ni las mascotas, ya que están ubicados de forma subterránea y contienen dosis mínimas, pero efectivas, para controlar la plaga.
Inicialmente, el reporte mensual indicaba que se recogían cerca de 60 roedores muertos en el primer cuadro de la ciudad. No obstante, Presa Ortega señaló que el número ha disminuido considerablemente, registrándose ahora un promedio de 10 cadáveres al mes.
“Es importante mencionar que, por cada roedor visible, estimamos que existen aproximadamente cinco más que no llegan a ser vistos, ya que suelen morir en sus madrigueras, lo cual dificulta un conteo preciso”, agregó.
En días pasados Diario de Querétaro denunció la presencia de ratas en el Centro Histórico de Querétaro ha generado preocupación entre vecinos, comerciantes y trabajadores, quienes señalaron que la basura dejada en las calles de Corregidora, Juárez, Madero e Independencia durante la noche está atrayendo a los roedores.
El secretario subrayó que uno de los factores que contribuyen a la proliferación de estos animales es la disposición inadecuada de basura en el Centro Histórico. Hizo un llamado a la ciudadanía para que respete los horarios y días de recolección de residuos y enfatizó la importancia de que estos se coloquen en contenedores bien cerrados.
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“Esta es una medida que debe ser tomada en serio, sobre todo por los negocios de alimentos en el primer cuadro de la ciudad”, indicó.
La instalación y mantenimiento de los cebaderos forman parte de una estrategia de largo plazo que busca reducir de manera gradual la presencia de plagas en zonas turísticas y de alto tránsito.