El político mexicano Diego Fernández de Cevallos estuvo en Querétaro, durante acto público se llevó las manos a los ojos y de forma irónica exclamó que no lloraba por el asunto del adeudo predial de su rancho en Colón.
En la presentación del libro Ladrón de Esperanzas de la autoría de Francisco Martín Moreno, en el Teatro de la República, el “Jefe Diego”, aunque no lagrimeaba, compartió que sus ojos lloraban, pero por una enfermedad.
“Ustedes me disculparán si de repente hago algún trámite con mis ojos porque padezco a partir de hace unos días de alguna pequeña infección que me lleva a llorar. Poco, pero seguido”, expresó en el emblemático recinto.
Cabe recordar que sobre Diego Fernández se encendieron los reflectores en el ámbito nacional, después de que el alcalde de Colón Alejandro Ochoa, ventiló que el ex candidato a la presidencia de la República por el PAN, adeuda alrededor de 900 millones por el impuesto predial de su rancho “El Estanco”, asentado en ese municipio.
En su segunda aparición en el estado (la anterior fue en el Informe del gobernador Francisco Domínguez), añadió que sus críticos han dicho que sus lagrimales se humedecen a partir de que fue señalado por el edil como un contribuyente moroso “de mil millones de pesos por un predial”.
Concluyó su comentario al advertir: “pero en fin, eso se trata a parte y pronto tendrán noticias”.
En tanto, el escritor Francisco Martín Moreno se dirigió a él: “Diego, eres un ejemplo de congruencia ética; eres el representante del honor de muchas generaciones y por eso dije cómo puedo estar mejor representado en este honorable recinto que, si las paredes hablaran, podrían decirnos maravillas de lo que ocurrió”.
Aquí –sostuvo- se forjó el México del futuro con la constitución de 1917 (…), gracias por ayudarme a dar un grito de protesta porque México se está deshaciendo como papel mojado.