Una Navidad que no tenga a Jesús como centro, no es una Navidad cristiana, afirmó el vocero de la Diócesis de Querétaro, Martín Lara Becerril, quien invitó a los fieles católicos queretanos a vivir esta temporada a través de los signos culturales que acompañan estas fechas, pero siempre con una presencia espiritual basada en Cristo.
Mencionó que la cena navideña es una consecuencia del nacimiento de Jesús, por lo que lo importante del 24 de diciembre es la celebración litúrgica, catalogada como solemne, al ser la máxima conmemoración que al interior de la iglesia católica se realiza al contar con la palabra de Dios en pleno.
“Cuando sólo celebramos una cena navideña muy familiar, muy bonita, y falta Cristo, no es una celebración cristiana porque la cena debe ser consecuencia del nacimiento de Jesús, por tanto, este es el verdadero centro, Cristo que nace, Dios que se hace hombre, carne, historia para vivir con nosotros; lo que hemos estado diciendo es que Dios ha tomado la iniciativa de vivir con el hombre y estar cercar de él, de vivir con nosotros y como nosotros, para redimir nuestra historia y ese es el sentido de la Navidad”, apuntó Lara Becerril.
Dijo que para este domingo 24 de diciembre la celebración de la solemnidad del nacimiento del Niño Jesús se realizará entre las 20 y 22 horas en los templos de la Diócesis de Querétaro, mientras que en la Santa Iglesia Catedral será a las 21 horas bajo el oficio de Faustino Armendáriz Jiménez.
Martín Lara Becerril, destacó que existen signos culturales que nos preparan para el nacimiento del Niño Dios, desde las posadas que representan los nueves meses de embarazo de la Virgen María, las piñatas, luces, flores y aguinaldos que representan todos los dones del cielo que trae el nacimiento.
“Los signos culturales nos ayudan, pero un signo que no va acompañado de una verdadera presencia espiritual, entonces se vuelve seco y vacío, por lo tanto hemos de vivir una Navidad cristiana”, agregó.