Incertidumbre y cansancio se intensifican con el calor del mediodía entre quienes se encuentran en el Hospital General de la capital queretana, de repente; esa intranquilidad típica de la sala de espera se rompe cuando tanto hombres como mujeres estacionan sus motocicletas sobre la avenida 5 de febrero para recorrer el pasillo gritando “les traemos tortas”, al tiempo que otros más llegan con cajas para repartir dichos alimentos a quienes se encuentran a la espera de tener noticias de un ser querido.
Más de mil quinientas tortas se distribuyeron dentro de la “Jornada Alimenticia”, que por primera vez se realizó en Querétaro y, por segunda ocasión, a nivel nacional, con la meta de distribuir cien mil tortas en todo el país.
La jornada se creó con dos finalidades, apoyar a la población que debe permanecer en las salas de espera de los hospitales y, cambiar la imagen del motociclista, pues muchas veces se le ve como personas que viven al margen de la ley, pero se trata de seres humanos comunes, con familia y profesión, indicaron Hector Moler y Raúl Cruz, quienes encabezaron la actividad.
Diferentes motoclubs y motociclistas independientes, que integran Motoclubs Unidos Querétaro; decidieron sumarse a la jornada, que se espera, realizar de manera anual. En esta ocasión se abarcó: un orfelinato, el Hospital General, la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social en avenida 5 de Febrero; el servicio de hemodiálisis y el Hospital del Niño y la Mujer.
Para elaborar las tortas se creó una línea de producción en la que se hizo énfasis en la higiene para, desde temprana hora del domingo, repartir los alimentos en los diferentes nosocomios. Resaltaron que lo importante es que cada persona abone con base en sus posibilidades, sobre todo ante el momento en que el país requiere un ánimo positivo para lograr un cambio benéfico.
“Empezamos a las 8:30 horas, traíamos esa camioneta completamente llena… es donación de la empresa Carnemart, quienes donan el jamón, la mayonesa, chiles, mostaza, queso amarillo y nosotros ponemos otras cosas: el pan lo puso el señor (Raúl) Cruz nos puso su vehículo para poder transportar, nos trajo también todo lo que requerimos: guantes, porque esto se preparó de manera limpia… mil 500 tortas en dos horas y media“, indicó Hector Moler.
Por último urgió a los interesados en sumarse a las actividades benéficas que realizan los motociclistas, a que los contacten a través de las diversas redes sociales.
“Hacemos la convocatoria y es a quien quiera llegar, porque desafortunadamente, parece ser que la gente se cansa de ayudar entonces, queremos levantar ese espíritu”, declara y, con la misma velocidad con la que llegaron a los hospitales, los motociclistas partieron, llevándose de recuerdo fotos y grabaciones de ese momento en que tuvieron oportunidad de ser agentes de cambio.