El histórico recinto de la Santa Cruz fue reconocido como Santuario Diocesano por el obispo de la entidad, Fidencio López Plaza, en un acto solemne que reunió a decenas de fieles creyentes, concheros y danzantes en el llamado cerro del Sangremal, donde inició Querétaro.
“Podemos decir que donde hay una cruz hay un santuario. El santuario es el lugar donde se vive y se irradia la buena noticia, el servicio y la caridad, donde se manifiesta la cultura. Esto lo que ha ocurrido en este hermoso templo que ahora reconocemos como el Santuario de la Santísima Cruz de los Milagros”, refirió en la homilía el obispo.
Ahora conocido como Santuario Diocesano de la Santísima Cruz de los Milagros, su nombramiento fue recibido entre aplausos de la comunidad creyente, quienes presenciaron el acto de erección y elevación de este espacio, con el sonido de las tamboras y los cascabeles de fondo, danzando en las inmediaciones del sitio.
En la lectura del decreto de Santuario por el canciller Israel Arvizu Espino, se dio parte al protocolo del estatus canónico del santuario diocesano, quien explicó la importancia histórica y simbólica de La Cruz, como cuna de la fe cristiana de Querétaro.
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“Con nuestra potestad ordinaria he considerado conveniente emitir el presente decreto, mediante cual erijo solemnemente el templo dedicado a la Santísima Cruz de los Milagros de esta ciudad episcopal de Santiago de Querétaro cómo santuario diocesano a fin de que el culto que hoy se rinda a nuestro salvador Jesucristo en el misterio de la Cruz vaya siempre en aumento y se brinde mayor atención a los fieles”.
