A través de la lente, se cuenta una historia, el contexto histórico y cultural de cada persona.
Se dice que los retratos son un reflejo del alma, y se definen como la representación gráfica de la esencia y características de una persona, pueden expresar dureza, nostalgia, ternura, frialdad, esperanza, pureza, inocencia. En ellos resaltan las expresiones faciales y culturales que caracterizan al retratado.
De igual manera, un retrato no solo muestra una persona, sino también la cultura, el contexto histórico y social en el que se desarrolla, así como un sentimiento, todo esto, en una sola imagen.
Es así, como una mirada fija en la lente es más que solo una foto cualquiera, es el reflejo del alma tomado en una fracción de segundo que contara una historia y describirá al sujeto retratado en el presente y futuro.