José y Juan López Ramírez son albañiles desde su infancia, de ello se mantienen y a sus familias. Están orgullosos de su profesión a la cual le tienen mucho cariño tras heredar el oficio de su padre.
José es el “maestro” de la obra, él desempeña tareas como: cálculo de materiales, medición de la obra, gestiona y controla los grupos de trabajo y asigna las tareas. Por otro lado está Juan, su hermano, quien lleva el rol de “ayudante de albañil” él se encarga de excavar y rellenar hoyos y zanjas, preparar cemento, controlar maquinaria, utilizar equipos y máquinas de bombeo, mover, cargar y descargar materiales.
Ambos se complementan para realizar esta labor, si bien se sabe es un trabajo demandante, con alto grado de complejidad, sobre todo necesita de comunicación y trabajo en equipo, ellos lo llevan a cabo a la perfección.
Es la albañilería una de las bases para poder formar el hogar en donde vivimos, es por ello que este oficio es uno de los más importantes que hay, la complejidad para conocer a fondo cómo sentar los cimientos de una casa es lo que nos hace agradecerles por la labor que emprenden día a día.