A menos de dos años de la próxima elección presidencial, el partido en el poder Morena se reagrupa y muestra unidad.
El domingo en el Estado de México, donde hay elección para elegir gobernador el próximo año, en un mitin estuvieron juntos los tres principales aspirantes: Adán Augusto López, Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard.
“Morena crece”, slogan en gorras que llevaban los cercanos al Canciller Ebrard en el evento, lo hizo ganar la partida de visión estratégica.
Y es que queda claro que Morena aprendió de la elección del año pasado, cuando perdió la mayoría calificada en el Congreso de la Unión y sufrió un fuerte golpe en las alcaldías de la Ciudad de México.
Pasando la elección del 2021, el presidente López Obrador, dio un golpe de autoridad para controlar la sucesión presidencial, al asignar a su amigo, Adán Augusto López, la operación política y partidista, colocándolo como pieza fundamental de control que evitó las diversas líneas de competencia y confusión que generaban sus anteriores operadores; y principalmente abrió campo a Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard y con ello redujo tensiones morenistas.
Aunado a que, paralelamente en las elecciones de este año, Morena se levantó con triunfos importantes en cuatro entidades del país, que se traducen en 22 gubernaturas del partido y sus aliados dejando a una oposición partidista empequeñecida.
El gobernador de Querétaro Mauricio Kuri fue el primer político del país en señalar que se tiene que analizar el protagonismo y viabilidad electoral de la Alianza “Va por México” conformada por el PAN, PRI y PRD, lo secundaron miembros de su partido Acción Nacional. Posteriormente ex Presidentes del PRI, le piden a su dirigente una reunión para valorar el papel de este partido en las elecciones pasadas, pero sobre todo saber cuál es el futuro del Tricolor, con solo teniendo dos gubernaturas.
Y es que hoy en el papel, con las acusaciones que enfrentar el líder del PRI, Alejandro Moreno, en lugar de sumarle al propio PRI le resta, y pareciera que solo quiere mantenerse y atrincherarse al frente de este instituto político para defenderse y no para ser propositivos rumbo a la sucesión presidencial del 2024.