El encono social, el resentimiento cada vez más latente que se siente en el ámbito, sólo se puede cambiar con una sociedad unida. Así lo tiene claro la administración que encabeza Mauricio Kuri.
Es claro que debemos tener la capacidad de dejar de lado los intereses personales y sectoriales y superar los escollos para trabajar por una sociedad unida capaz de lograr cohesión social que no es otra cosa sino una forma de convivir, de compartir los recursos, los valores y de respetar y comprender las diferencias que existen en una sociedad.
Querétaro, siempre se ha destacado por dar ejemplos de civilidad. Los queretanos, nacidos o avecindados aquí, nos sentimos orgullosos de vivir en un estado líder y ejemplo no solo nacional sino internacional.
Por eso, destaco la campaña que lanzó el gobernador Mauricio Kuri, que lleva por nombre “SOMOS QUERÉTARO”, que va enfocada a la raíz de volver a destacar los valores como principal atributo de cada una de las personas.
Es una campaña ciento por ciento emocional, con una imagen enfocada a la tolerancia y el respeto, que es la vía principal hacia las emociones humanas.
Es simple: si la decisión es emocional, entonces tendrá mucho mayor efecto persuasivo lo que apunte a las emociones que lo que apunte a lo intelectual. Es una comunicación política emocional, pues todas las decisiones importantes de nuestra vida son básicamente emocionales. Y si el ser humano encuentra identificación con su gobierno a raíz de las respuestas que éste último dé a sus expectativas, el resultado es mejor.
La cibercomunidad naciente encuentra refugio en la realidad virtual, mientras las ciudades tienden a convertirse en inmensos desiertos llenos de gente, donde cada cual vela por su santo y está cada cual metido en su propia burbuja, forjando sus propias historias.
Hoy en día podemos ver como cada vez las personas están más aisladas en su propio mundo o en las redes, sin prestar atención a lo que sucede en la vida real. Pero que no se nos olvide que la unidad es lo único que nos da fuerza.
Hay mucho camino por recorrer en este tan delicado tema, pero los resultados serán palpables cuando nos demos cuenta que las transformaciones en la conducta humana y en la percepción que cada cual tenga de la vida y de su propio entorno, empiezan precisamente desde adentro, desde la propia casa, cuando nos demos cuenta que todos somos una sola cosa, y en este caso que todos somos no solo un gentilicio sino, fundamentalmente, raíz y compromiso.