Hace unos días se llevó a cabo el foro: El modelo de desarrollo inclusivo; del imperativo ético a la prosperidad de todos, organizado por la Red GlobalÉtHIK, en el que Coparmex estuvo presente a través de nuestro presidente nacional José Medina Mora Icaza.
Hay varios puntos que se tocaron y que quiero compartir en este espacio con ustedes, pues considero muy importante difundir y abonar en la construcción y no en la destrucción, en el diálogo y no en la confrontación.
En una democracia, la libertad es un punto clave para su consolidación. Libertad de expresión, libertad de elección, libertad de educación, libertad para emprender, entre otras tantas libertades. Todas estas libertades las impulsamos y defendemos permanentemente desde nuestra confederación, pues estamos convencidos que sólo así lograremos alcanzar el bienestar común que tanto deseamos para todos y todas las mexicanas.
Este es un punto que me parece relevante por el contexto social y político que estamos viviendo, pues el mensaje que nos llega desde Palacio Nacional todos los días es contrario a la libertad. El presidente López Obrador asegura que hoy más que nunca hay libertad de expresión y desde su famosa mañanera se dedica a criticar y denostar a todo aquel periodista que, con argumentos y evidencias, muestra esa otra realidad de México en temas de seguridad o de casos de corrupción salidos desde su gente cercana, sea familia o de su gabinete.
Desde su mañanera manda al carajo a todos y todas por igual, desde ambientalistas, feministas, padres de niños con cáncer, organismos autónomos hasta médicos que manifestaron su inconformidad por la anunciada contratación de 500 médicos cubanos para trabajar en lugares donde según el presidente, los médicos mexicanos no quieren trabajar por su “influencia neoliberal”.
Los arrebatos que ha tenido el presidente no son una buena señal para los mexicanos, pues todo aquel que no esté de acuerdo con su visión o es conservador o es fifí o es traidor a la patria. Quizá suene a exageración, pero esa visión unipersonal de nación que tiene el presidente, dicen los analistas, puede desencadenar un régimen totalitario, que nadie en su sano juicio quiere para México.
Sólo escuchar a los “aplaudidores” puede ser catastrófico para nuestro país, pues no oír, no ver y no escuchar las verdaderas problemáticas que enfrentamos todos los días es evadir la realidad, la autocrítica y peor aún, es dejar de construir estrategias eficaces para combatir la inseguridad y la corrupción, es dejar de trabajar para fortalecer nuestro sistema de salud, para evitar la destrucción de nuestro medio ambiente u otros temas de verdadera prioridad.
Este es un momento clave para las y los mexicanos, quienes tenemos la obligación cívica de defender la democracia y las libertades por la que pelearon miles de patriotas durante muchos años. Esto no se trata de colores o de ideologías políticas, se trata de México, de nuestra nación, se trata del bienestar de las y los mexicanos.
Y tú, estimado lector, ¿qué estás haciendo o qué vas a hacer para defender nuestra libertad y democracia?