En los próximos 5 años, los avances tecnológicos serán mayores a los que hemos visto en los últimos 20 años. Y no es casualidad, pues la pandemia vino a acelerar la digitalización, ya que tanto las empresas como los colaboradores tuvieron que adaptarse de inmediato a la nueva realidad que se presentó como consecuencia del Covid-19.
Es así, que en el nuevo lenguaje de las organizaciones ya se habla de la Nube, Redes Sociales, TIC’s o Tecnologías de la Información, Machine Learning, Inteligencia Artificial, Internet de las Cosas, Robótica, Big Data, Data Analytics, etcétera. Es decir, se puso a la digitalización en el centro de la estrategia de todo el desarrollo empresarial y bajo el contexto que estamos viviendo aplica muy bien la frase: Digitalizarse o morir, y eso lo están entendiendo muy bien las empresas.
De acuerdo a la consultora KPMG, las grandes compañías adelantaron su transformación digital en un 80% como consecuencia de la pandemia. Sin embargo, aún existe un reto importante en las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs), pues se calcula que sólo el 30% están realizando su migración digital.
Pero aquí surge otra reflexión. Es urgente que las empresas de todos tamaños adopten, junto con su digitalización, una filosofía de organizaciones con propósito, que generen el mayor bien común a la sociedad y medio ambiente, maximizando el beneficio de todos sus grupos de interés, en particular: clientes, colaboradores, proveedores y accionistas. Es decir, que haya una digitalización consciente de las empresas, que no sean sólo números fríos que no generan ningún beneficio a la sociedad.
Es necesario que cambiemos de una economía lineal a una economía circular e impulsar negocios en áreas como: energías verdes, movilidad sostenible, alimentos sustentables, urbanismo verde, logística sustentable, servicios digitales virtuales 3D o de realidad aumentada en todas las áreas, como la educación, salud, deporte, entretenimiento, turismo, cultura, trabajo, consumo de bienes y servicios, etcétera.
Sin embargo, para que esto sea posible, necesitamos una serie de condiciones que permitan la estabilización y desarrollo de los negocios en cualquiera de sus ramas y nos permitan caminar hacia ese futuro, como la seguridad, Estado de derecho, un gobierno abierto y participativo, la mejora regulatoria, infraestructura, paz laboral, capital humano preparado, reducción de la pobreza, energía eléctrica, agua, inversión pública productiva, atracción de inversiones como los principales.
El reto es de todos. Por ello, es importante que sigamos trabajando unidos bajo el modelo de triple hélice (gobierno, empresas y academia), pues sólo así podremos hacer de Querétaro un ejemplo nacional de desarrollo sustentable.
En Coparmex tenemos el compromiso de coadyuvar con los tres poderes de gobierno y con todos los organismos empresariales para impulsar ese desarrollo económico, social y político de Querétaro y tú, estimado lector, también puedes sumarte y ayudar a generar bien común.