It´s the economy, stupid es una frase que fue acuñada como un eslogan durante la campaña de Bill Clinton contra George Bush en 1992, que mostraba la realidad de lo que mueve la vida social y política de nuestro vecino del norte.
Es claro que la economía es su brújula para la toma de decisiones en materia de política interior y exterior y, en este sentido, es muy relevante la frase que alguna vez mencionó Henry Kissinger: los Estados Unidos no tienen amigos o enemigos permanentes, solamente tiene intereses y, un gran interés, probablemente el más importante en este momento, es el que tiene en materia económica y fronteriza con México.
Nuestro país representa el 15% del comercio total de los Estados Unidos y, junto con Canadá - el otro miembro del tratado de libre comercio T-MEC - sumamos el 30% . Esto nos pone en la mira de los intereses de los Estados Unidos y no se pueden permitir que les afecte negativamente.
Hace unos días el Senado norteamericano aprobó y mandó a la cámara de representantes para su aprobación el proyecto de Ley impulsado por Joe Biden destinado a combatir el cambio climático, reducir los precios de los medicamentos y aumentar algunos impuestos corporativos, llamada La 'Ley de Reducción de la Inflación', con un paquete de 430 mil millones de dólares en 10 años, de los cuales 375 mil millones van a la lucha contra el cambio climático, que busca reducir las emisiones de carbono y llevar a los consumidores a la energía verde.
En definitiva, México es el país que mejores condiciones ofrece para ser el socio estratégico que coadyuve a la realización de la iniciativa de combate al cambio climático y se mantenga como el socio comercial más importante de los Estados Unidos. Considerando lo anterior, me gustaría insertar en este contexto algunos dichos y actitudes de López Obrador, como los que tuvo en su reciente visita a los Estados Unidos, las controversias generadas en materia energética en el seno de los acuerdos del T-MEC; la “estrategia de abrazos no balazos” en materia de seguridad, la cual no ha funcionado y así lo demuestra el incremento de la delincuencia y el narcotráfico; el famoso “huy que miedo” de Chico Che y otras más que hacen que las columnas de los analistas se conviertan en versos de pesimismo y preludio de que México se pueda convertir en otra Venezuela.
Creo, por lo contrario, que han puesto en marcha la maquinaria de Biden, del Congreso y sector empresarial norteamericano para realinear a México con sus intereses. Las recientes capturas de líderes del narcotráfico, las consultas en materia energética al amparo del T-MEC para liberar las inversiones norteamericanas en el sector energético, los cambios en la política migratoria, las visitas de funcionarios del gabinete de Biden y los constantes mensajes políticos en redes sociales del embajador Ken Salazar, me hacen pensar en que “ It´s the economy stupid” y “los Estados Unidos no tienen amigos o enemigos permanentes, solamente tiene intereses”, son las banderas con las que nuestros vecinos están operando en nuestro país y apretando al gobierno mexicano.
AMLO podrá darle pan y circo al pueblo envolviéndose en la bandera y tirándose del balcón de Palacio Nacional este 15 de septiembre, aludiendo que México no es una colonia y que se “independiza de los Estados Unidos” escuchando el furor y los vivas de los presentes en el Zócalo capitalino, pero en los hechos, veremos a un México alineado con Estados Unidos y Canadá.
*Presidente de Coparmex Querétaro